Opinión

Cada vez que te viene al recuerdo el devastador incendio que ha devorado un complejo de viviendas en una de las peores tragedias que se recuerdan en Valencia, donde torres de 14 plantas fueron engullidas por las llamas en un santiamén, tenemos un doble sentimiento.

La Asociación de Maltratados por la Administración (AMA) ve con enorme preocupación la situación actual de los afectados por las sentencias de derribo, después de más de 25 años, en lugar de reparar el daño causado, al que están condenados el Gobierno de Cantabria y ayuntamientos afectados.