domingo. 12.10.2025
El tiempo
CRÍTICA

‘Los Yugoslavos’, nada es lo que parece, otra vez

El Palacio de Festivales acogió la representación de esta obra teatral de Juan Mayorga, interpretada por Luis Bermejo, Javier Gutiérrez, Natalia Hernández y Alba Planas

El bar donde se desarrolla la acción de 'Los Yugoslavos'
El bar donde se desarrolla la acción de 'Los Yugoslavos'
‘Los Yugoslavos’, nada es lo que parece, otra vez

FICHA:

-Teatro: 'Los Yugoslavos' de Juan Mayorga. Intérpretes: Luis Bermejo, Javier Gutiérrez, Natalia Hernández y Alba Planas. Composición musical: Jaume Manresa. Escenografía y vestuario: Elisa Sanz. Dirección: Juan Mayorga. Palacio de Festivales, Sala Pereda, viernes 10 de octubre de 2025.  

Una nueva propuesta teatral dentro de la actual programación del Palacio de Festivales, y de nuevo una obra del académico Juan Mayorga. Un autor que sigue empeñado en hacernos pensar y reflexionar en sus últimas obras, por conflictos personales y situaciones familiares de cierto calado psicológico. Ya en enero de este año nos presentó la misma intención con ‘La colección’ de la que dimos crónica en este periódico el pasado día 12 de enero. Vuelve a dejar que el público piense (eso nunca sobra), reflexione, pero sin dar respuestas ante las situaciones creadas.

Ahora nos presenta ‘Los Yugoslavos’ con un texto algo más ligero que en ‘La colección’, pero con una temática más compleja y de mayor peso reflexivo para llegar a entender la historia. Como en la mayoría de las obras de teatro de Mayorga, los repartos suelen ser de alto nivel, en este caso ha contado con dos nombres de referencia como son Luis Bermejo y Javier Gutiérrez en los dos papeles protagonistas.

La historia en principio parece sencilla, Martín, un camarero de un bar familiar aborda a un cliente nuevo, Gerardo, para que le ayude con su esposa, Ángela, que ha dejado de hablar. Iremos conociendo la historia entre Martín y Ángela, a la vez que se descubrirá la tensa relación entre Gerardo y su hija Cris. Pero lo que puede resultar un drama psicológico con ciertas dosis de misterio, con Mayorga nunca nada es lo que parece. Y ahí se empieza a enredar una historia sin final.

El texto evoluciona desde un principio asequible a convertirse en una maraña de problemas entrelazados y detalles sorpresivos sin sentido. La madeja se enreda de tal forma que el espectador queda atrapado para que cada uno encuentre su conclusión. Si la hubiera.

La escenografía de Elisa Sanz es realista y bien diseñada, jugando con tres ambientes, el bar, el domicilio de Martín y Ángela, y un nivel superior simulando las calles de la ciudad, con una buena iluminación recreando los distintos ambientes. Apropiada la música de Jaume Manresa. La dirección del propio Mayorga es práctica moviendo bien a los personajes.

El reparto es destacable, con Luis Bermejo y Javier Gutiérrez como protagonistas, acompañados de Natalia Hernández y Alba Planas como la esposa de Martín y la hija de Gerardo. De todos modos, las declamaciones son monótonas con un tono de voz lineal, sin expresar emoción o sentimientos. Es el defecto de muchos actores cuando están de gira, que lo hablan todo igual.

Al final, la referencia a la antigua Yugoslavia, un país que ya no existe, y una familia de yugoslavos que están metidos en la historia, funcionan como una metáfora sin que se llegue a clarificar ningún punto de la maraña argumental. Juan Mayorga habla de la tristeza y la depresión con un lenguaje preciso pero esquivo, lo que hace que pensemos que hemos llegado a un camino que no lleva a ninguna parte.

Está situación no es problema de los actores, sino de una obra repetitiva, con un estilo que conocemos y que ya no sorprende, a pesar del alto nivel literato. Parece que a Mayorga se le ha agotado la inspiración.

Al final de los saludos, leyeron un manifiesto en contra del genocidio de Gaza y contra el Gobierno de Israel, recibido con fuertes aplausos del público que llenaba la Sala Pereda. Actualidad manda.