Valdáliga acogerá una planta de valorización de residuos no peligrosos de construcción y demolición
La instalación se ubicará en la localidad de Roiz y permitirá valorizar, reciclar y reutilizar los residuos provenientes del sector de la construcción

El municipio de Valdáliga acogerá una planta de valorización de residuos de construcción y demolición que costará un millón de euros.
La Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha iniciado los trámites para la construcción y puesta en funcionamiento de una planta que se ubicará en la localidad de Roiz.
La nueva infraestructura permitirá la valorización y el reciclaje de los residuos no peligrosos provenientes de obras de construcción y demolición para su transformación en recursos reutilizables, contribuyendo así a la economía circular.
Tal y como ha adelantado el titular de Medio Ambiente, esta planta se ubicará sobre una superficie aproximada de 9.500 metros cuadrados en terrenos de una antigua explotación minera de arenas en las proximidades del barrio Las Cuevas, perteneciente a la localidad de Roiz, con fácil acceso desde la A-8, que contribuirá además a la rehabilitación y mejora ambiental de este espacio degradado.
El objetivo final es crear dos plataformas de trabajo que permitan desarrollar de forma segura y eficiente las operaciones de valorización de estos residuos de construcción y demolición.
Los materiales a tratar procederán fundamentalmente de obras de construcción y demoliciones, obra civil y edificaciones, así como materiales naturales excedentarios de obras, propias y de terceros, empresas con las que el promotor deberá tener contrato de tratamiento de residuos en vigor, debiendo mantener un archivo dónde se recoja por orden cronológico la cantidad, naturaleza, origen y método de tratamiento de los residuos.
El proyecto estima el tratamiento diario en esta planta de 250 toneladas diarias de este tipo de residuos, con un total de 65.000 toneladas anuales. Su valorización constará de diferentes fases de recepción, registro y pesaje, pretratamiento, cribado, clasificación granulométrica, separación de ligeros (plásticos, papel y cartón), separación magnética, separación manual (cabina de triaje) y almacenamiento temporal del residuo valorizado.
Entre los diferentes residuos se calcula que el porcentaje de su valorización en esta planta será del 15 por ciento en el caso del hormigón, del 12,5 para ladrillos, del 27,5 para mezclas de hormigón, ladrillos, tejas y materiales cerámicos; del 20 en el caso de tierras y piedras, y del 10 para residuos mezclados de construcción y demolición.
Por último, el consejero ha explicado que actualmente su departamento se encuentra tramitando la doble autorización necesaria para la ejecución de este proyecto, que requiere de evaluación e impacto simplificado y de autorización de gestor de residuos, gestiones ambas que se resolverán en los próximos meses.
“Este proyecto muestra el firme compromiso del Gobierno de Cantabria con la gestión sostenible de los residuos, y, especialmente, con la reducción del impacto ambiental que genera la industria de la construcción”, aseguró el titular de Medio Ambiente, Roberto Media (PP).
El consejero ha explicado que la puesta en marcha de esta instalación pondrá en valor todos los residuos de construcción y demolición que se generan en las obras que se llevan a cabo por toda la región, y ha destacado la trascendencia que supone para Cantabria contar con una planta de estas características que “dará una nueva vida útil” a estos materiales para ser reutilizadas en el propio sector.
En concreto, Media ha explicado que el árido reciclado podrá ser utilizado en la restauración, acondicionamiento o relleno de obras, tal y como recoge el Decreto 72/2010 que regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición en Cantabria.
Además, su puesta en funcionamiento dará cumplimiento a las diferentes normativas estatales y europeas en materia de gestión de residuos y protección del medio ambiente.