Sergio García (Bombero forestal): “nos sentimos desamparados”
El Sindicato Unitario de Cantabria solicitó a la consejera María Jesús Susinos (PP) permitir a los encargados forestales elegir el lugar donde realizar el retén de incendios

“Nos sentimos desamparados”. Así lo señaló el Bombero forestal y delegado de prevención del SUC del Gobierno de Cantabria, Sergio García Otero, ante los incendios que amenazan Palencia y León y que han afectado a Camaleño y en la localidad de Bejes, en Cillorigo de Liébana.
De hecho, lo primero que aclaran desde este sindicato es que desde el domingo, día 10 de agosto arde el fuego en Bejes, dentro del Parque Nacional, que a día de hoy no está extinguido.
Al mismo tiempo, explica que cuando Castilla y León, con la cual existe un convenio de colaboración para la extinción de incendios forestales, pidió ayuda a Cantabria para el fuego de Palencia, por la gravedad y la falta de medios, el Gobierno de Cantabria movilizó el primer día únicamente una cuadrilla de bomberos forestales con cuatro componentes, una ayuda claramente insuficiente.
El miércoles, día 13 del mismo mes, se inició un incendio en León que amenazó con llegar a Cantabria, y el jueves, día 14, el director General de Montes, Ángel Serdio Cosio, conocedor del peligro que amenazó el patrimonio natural, hasta la mañana del sábado, día 16, no mandó bomberos forestales para colaborar en las labores de extinción.
Este sábado, a las 12.00 horas, se movilizó a una cuadrilla con cuatro componentes, encargado y tres bomberos, que llegaron al incendio a las 14.30 y solo podía actuar hasta la 19.00, una ayuda ridícula para las dimensiones del incendio. Ese mismo día se solicitan “voluntarios” entre el colectivo de bomberos forestales del Gobierno de Cantabria en situación de descanso, vacaciones o permiso, algo sorprendente en lugar del movilizar al personal que está trabajando en ese momento.
Cabe mencionar que Cantabria cuenta con 36 cuadrillas dentro de su operativo, de las cuales tres están de guardia de nivel uno las 24 horas del día con respuesta inmediata en 15 minutos. Las cuadrillas son de siete componentes, un encargado y seis bomberos forestales.
En su opinión, la Dirección General de Montes del Gobierno de Cantabria quiere aprovecharse de la buena voluntad y la profesionalidad de sus bomberos forestales para desarrollar con voluntarios en periodo de descanso lo que puede ejecutar con los medios disponibles dentro del operativo.
“Voluntarios a los que no les quieren pagar horas extra ni compensar las horas de trabajo fuera de su jornada como refleja el convenio”, se reseñan.
De igual forma, Sergio García incide en que no se activó en todas las comarcas pese a la previsión de altas temperaturas y la multitud de incendios que asolan el país. “Nuestros montes han ardido y se han quemado cientos de hectáreas por la falta de coordinación en la Dirección General de Montes”, matizan.
Desde el Sindicato Unitario de Cantabria exigen que las cuadrillas estén completas, ya que no se puede ir a un incendio dos bomberos solos debido a que no se cubren ni las bajas ni las vacaciones. “Tenemos a compañeros que no pueden apagar porque no les dan los cursos obligatorios de incendios. Hemos solicitado formación continua en incendios forestales y en prevención de riesgos laborales en el sector forestal, en especial en incendios de sexta generación, incendios interfaz urbano-forestal y de uso seguro de contrafuego que, en este tipo de incendios, en muchos casos, es el único método efectivo para defender pueblos con seguridad y eficacia, pero no obtenemos respuesta”, declaran.
Además, remarcan que hay compañeros con 30 años apagando incendios que solo han realizado un curso al entrar al servicio de 10 horas.
Por otro lado, el Sindicato Unitario de Cantabria ha solicitado a la consejera María Jesús Susinos (PP) que permita a los encargados forestales elegir el lugar donde realizar el retén de incendios, para no estar con las altas temperaturas siete personas en un coche sin una sombra, con el agravante de realizar el retén con el buzo de incendios puesto durante 12 horas, con el riesgo de la exposición al calor y a los tóxicos de cenizas y hollines cancerígenos que se depositan en los EPIS.
Para finalizar, el sindicato señaló que pese a tener un operativo muy eficaz que cubre los 365 días del año, la falta de coordinación entre técnicos y mandos intermedios genera una problemática que hace perder eficacia al operativo. “Se realizan activaciones y desactivaciones fuera de tiempo. Este año el Gobierno de Cantabria ha firmado un convenio de cuatro años de duración con cuadrillas de Tragsa para realizar trabajos de prevención de incendios forestales, en cambio se niega a cubrir las bajas y vacaciones del personal a su cargo para tener las cuadrillas completas”, afirman.
Un amplio sector de los bomberos forestales considera que la dirección lo que quiere es que el operativo de Cantabria no funcione y así poco a poco ir privatizando el servicio público extinción de incendios forestales.