sábado. 01.11.2025
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El Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca abrió sus puertas en Santander con un acto inaugural presidido por María Toca

El nuevo espacio nace como un punto de encuentro para la cultura, la memoria histórica y la solidaridad en la calle Juan XXIII de la capital cántabra

Un momento de la inauguración.
Un momento de la inauguración.
El Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca abrió sus puertas en Santander con un acto inaugural presidido por María Toca

El Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca abrió sus puertas en Santander con un acto inaugural que contó con la presencia de representantes de la vida cultural, política y social cántabra, así como de miembros de la asociación y vecinos.

Ubicada en la calle Juan XXIII, 22, la presidenta de la entidad, María Toca Cañedo, fue la encargada de pronunciar el discurso inaugural, en el que reflexionó sobre el valor de la memoria colectiva, la cultura popular y la solidaridad como fundamentos de este proyecto. “Cuando nos preguntamos qué somos y a quién pertenecemos, no podemos más que mirar a nuestra gente. No somos algo aislado, somos un colectivo familiar, personal, de barrio, de comunidad y de país”, expresó visiblemente emocionada.

Instalaciones de Ágora.
Instalaciones de Ágora.

Toca defendió la memoria como elemento esencial de identidad: “la memoria nos cuenta cómo somos y por qué. Si nos roban la verdad histórica, perdemos nuestra identidad personal, social y colectiva”.

También cuestionó los discursos vacíos de patriotismo: “me sorprende que el patriotismo lo lleven en una bandera o en la correa de un perro. El verdadero patriotismo es saber a qué pertenecemos y qué somos como colectivo”.

En su intervención, reivindicó además el poder de la palabra y la memoria frente al dinero y el poder. “Dicen que el periodismo es el cuarto poder. Yo creo que es la memoria el cuarto poder, y la palabra el tercero. Porque si perdemos la palabra y la memoria, lo perdemos todo, nos perdemos como personas”.

El Ágora nace, según Toca, como “un templo laico de esas dos cosas: la palabra y la memoria”, y como un lugar donde tenga cabida la cultura popular y no la elitista. “No cultura de élite, no cultura de Ateneo, sino la cultura del pueblo para el pueblo”, dijo, recordando los antiguos ateneos populares y las misiones pedagógicas de la República.

La fundadora destacó también el compromiso social del proyecto y subrayó que la solidaridad debe entenderse como justicia, no como caridad. “No somos generosos cuando acogemos al inmigrante, hacemos una mínima porción de justicia. Damos lo que les arrebatamos a los demás y recogemos lo que sembramos”, afirmó. La asociación, que ya ha impulsado una beca de apoyo a jóvenes migrantes sin recursos, pretende extender esta labor en los próximos meses.

“El Ágora será la casa de todos los que respeten los derechos humanos”, aseguró Toca, invitando a los asistentes a participar en las actividades culturales y sociales del centro, desde tertulias y charlas hasta exposiciones y encuentros vecinales. “Es muy agradable debatir con quien piensa diferente. Esta será una casa abierta, sin exclusiones”, añadió.

El acto concluyó con una visita a las instalaciones, donde se expusieron fotografías y materiales relacionados con la memoria histórica. Al homenaje acudieron miembros de la dirección de la asociación, representantes de partidos políticos, entidades culturales y sociedad civil.

El Ágora lleva el nombre de Luis Toca, hijo de la fundadora, en homenaje a su legado humano y a los valores que inspiraron este proyecto cultural, solidario y de memoria.