martes. 18.11.2025
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La Consejería de Industria reclama al Ministerio las infraestructuras eléctricas necesarias para el Campus Tecnológico ‘Altamira’

El partido político Cantabristas pone en duda que el centro de datos Altamira “sea un proyecto real y viable y no solo especulación”

El consejero de Industria, Eduardo Arasti (PP).
El consejero de Industria, Eduardo Arasti (PP).
La Consejería de Industria reclama al Ministerio las infraestructuras eléctricas necesarias para el Campus Tecnológico ‘Altamira’

La Consejería de Industria, Empleo, Innovación y Comercio, reclama al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) la inclusión en la fase de alegaciones de la Planificación de la Red de Transporte de Energía las infraestructuras eléctricas necesarias para llevar a cabo el Campus Tecnológico ‘Altamira’.

En opinión del titular Eduardo Arasti (PP) es “la mayor inversión privada de la historia de la Comunidad Autónoma sin ningún coste para la Administración regional ni para el sistema eléctrico español”.

Por ello, pedirá en el Pleno del Parlamento de Cantabria del lunes el apoyo “unánime y sin fisuras” de todos los grupos políticos con representación parlamentaria para que el Gobierno de España.

“El Campus Tecnológico ‘Altamira’ es, evidentemente, un proyecto de región, un proyecto de Estado, por inversión, empleo y modelo empresarial, y que queremos que sea un proyecto de toda Cantabria”, ha subrayado hoy el consejero del ramo, Eduardo Arasti, quien ha considerado que el apoyo de todos los grupos parlamentarios “es fundamental” para que se visualice la unanimidad de toda la sociedad de Cantabria en torno a un proyecto que supondrá una inversión de 3.600 millones y la creación de “miles de puestos de trabajo bien remunerados”, además de reforzar las alegaciones que el Ejecutivo autonómico presentará a la planificación eléctrica 2030 del Ministerio.

Además, ha asegurado que el proyecto cuenta con el aval técnico de la Universidad de Cantabria (UC), que en un informe detallado considera que el proyecto ‘Altamira’ representa “una oportunidad estratégica única para posicionar a España como uno de los polos digitales más relevantes del sur de Europa”.

Según el informe, “se trata de una respuesta ambiciosa, viable y estratégica a la necesidad urgente de reforzar la infraestructura digital de España y su impacto positivo se extiende desde el plano tecnológico y económico hasta el social y educativo, con especial intensidad en una región como Cantabria, que reúne las condiciones idóneas para acogerlo”.

Su desarrollo, continúa, “puede ser el punto de inflexión que sitúe a Cantabria como un referente del nuevo mapa digital europeo”.

Esfuerzos

El consejero ha puesto en valor los esfuerzos del promotor, Stoneshield Capital, que, junto al Ejecutivo autonómico, “está haciendo todo lo que está en su mano” para invertir en Cantabria y prueba de ello, ha dicho, es que el proyecto integrará tres instalaciones industriales y científicas: centro de datos, hub de ciencia e innovación y centro de supercomputación.

En el caso del centro de datos, Arasti ha asegurado que situará a Cantabria como un nuevo hub digital “de referencia” en España y Europa y la incorporará a la revolución tecnológica que supone la transformación digital, orientando su modelo productivo hacia los sectores con mayor valor añadido, además de ser un proyecto tractor para la atracción de empresas de primer nivel, como Meta, Google o Amazon.

Además, el Grupo Stoneshield, ha explicado el consejero, quiere instalar en el Campus un nuevo hub de ciencia e innovación para atraer a la región empresas internacionales en sectores estratégicos de carácter industrial.

Para ello, ha avanzado, se ha incorporado al proyecto Deeplabs, operador líder en España de distritos de ciencia e innovación, con una cartera de 400 millones de euros en este tipo de distritos hasta sumar un total de 137.000 metros cuadrados en tres campus de Barcelona y Madrid, y una base de inquilinos amplia, diversas y de alta capacidad, entre las que se encuentran las principales empresas de diferentes sectores productivos.

Un operador, Deeplabs, que cuenta con la empresa Colonial como socio inversor para desarrollar un plan “ambicioso” de expansión, y Cantabria, ha asegurado Arasti, forma parte de ese proceso estratégico.

La tercera instalación industrial que completará el proyecto ‘Altamira’ será un centro de supercomputación cuántica, que, en palabras del consejero, “supondrá una ventaja estratégica al dotar a la región de capacidades únicas en cálculo avanzado, atrayendo inversión y talento de alto nivel”.

“Su presencia, junto a un centro de datos de última generación, generaría sinergias directas, como, por ejemplo, el almacenamiento y procesamiento masivo de datos combinados con computación cuántica para resolver problemas complejos en sectores como energía, biomedicina o inteligencia artificial”, ha subrayado Arasti, quien ha opinado que “esta integración situaría a Cantabria en la vanguardia tecnológica europea, con un coste cero para las administraciones públicas”.

El consejero también ha puesto en valor los esfuerzos del Gobierno de Cantabria para llegar a un acuerdo con el Ministerio a la hora de dotar al proyecto ‘Altamira’ de las infraestructuras eléctricas necesarias para instalar en la región “uno de los centros de datos más grandes y avanzados de Europa, enfocado a la Inteligencia Artificial, con la mayor inversión empresarial de la historia de la Comunidad Autónoma”.

En este sentido, ha recordado las diferentes reuniones que el Gobierno de Cantabria ha mantenido con el Gobierno de España a todos los niveles institucionales para el proyecto ‘Altamira’, a diferencia de otros campus de estas características en el país, “es uno de los mejores, sino el mejor”, y que tiene que incluirse en la planificación de la Red de Transporte de Energía Eléctrica del Ministerio.

A todo ello hay que añadir que el Gobierno de Cantabria declaró el pasado mes de junio al Campus Tecnológico ‘Altamira’ como proyecto empresarial estratégico con el objetivo de facilitar “lo máximo posible” los trámites administrativos que conlleva un proyecto de estas características.

Por todo ello, el consejero ha insistido en reclamar un esfuerzo al Ministerio para llegar a un acuerdo y, ante la postura del Gobierno de España de que su prioridad en la Planificación de la red de transporte de energía eléctrica con horizonte 2030 son los proyectos industriales, Arasti ha defendido que “ahora que se habla de la industria 4.0, un centro de datos es la industria del siglo XXI y el Campus Tecnológico ‘Altamira’ es mucho más que un centro de datos”.

También ha puesto en duda la postura del Ministerio de que su planificación contempla 3,8 gigavatios para centros de datos, es decir, 3.800 megavatios, entre los cuales, ha lamentado, “en principio no se encuentra el proyecto ‘Altamira’, y ha argumentado que los 500 megavatios de potencia del Campus, cuando esté desarrollado totalmente, significa el 13 por ciento de lo que el Gobierno de España ha contemplado en su planificación.

“El criterio del Gobierno de Cantabria creo que es sensato y como los recursos son limitados elíjanse los mejores centros de datos”, ha defendido Arasti, quien ha solicitado al Ministerio que los 3,8 gigavatios que contempla en su planificación sean adjudicados a los proyectos “más eficientes, maduros, solventes y de menor impacto ambiental, como es el caso del proyecto ‘Altamira’” frente a “proyectos especulativos, ineficaces o de gran impacto sobre el medio ambiente, como son la mayoría de los proyectos solicitados”.

En este sentido, se ha referido al proyecto Mora la Nova que el Gobierno de España ha propuesto en Tarragona para ubicar una de las cuatro factorías europea de Inteligencia Artificial, en parte con fondos públicos frente a la inversión 100 por cien privada del proyecto ‘Altamira’ y que necesitará utilizar agua de los ríos para la ventilación y refrigeración de su centro de datos frente a la eficiencia energética del proyecto cántabro.

 

 

Sin respuesta

El consejero ha recordado que “sigue a la espera” de que el Ministerio le confirme “lo antes posible y antes de que finalice el periodo de alegaciones a la planificación eléctrica el próximo mes de diciembre” una fecha para celebrar la reunión del grupo de trabajo que ambas administraciones acordar crear en la última reunión entre el Gobierno de Cantabria, el Gobierno de España y Red Eléctrica Española (REE) para llegar una solución “razonable” que permita retener en Cantabria y en España una inversión de 3.600 millones de euros que un promotor solvente como Stoneshiel Capital quiere llevar a cabo en Cantabria y en España.

“Este asunto es trascendental para Cantabria y creo que las administraciones públicas debemos trabajar juntas para lograr objetivos beneficiosos para la sociedad”, ha opinado Arasti, quien ha confiado en lograr un acuerdo con el Ministerio con el mismo ‘modus operandi’ que estamos utilizando en el caso de la intermodal de La Pasiega con Adif.

En este sentido, ha recordado que la petición de Cantabria consiste en que el Ministerio incluya en su planificación eléctrica dos nuevas posiciones en la subestación eléctrica de Penagos, “un nudo eléctrico robusto y preparado para acoger grandes demandas de energía”, ya que en el documento inicial publicado el pasado mes de octubre no figuraba esta petición.

“Esta petición no supone ningún gasto de ejecución al sistema eléctrico español, ya que lo asume el promotor, y es una solución avalada, técnicamente, por el informe de la Universidad de Cantabria sobre el proyecto ‘Altamira’”, ha afirmado el consejero.

Dudas

Cantabristas ha puesto en duda que tras el centro de datos Altamira, uno de los proyectos estratégicos del actual Gobierno del PP, “haya algo más que humo”. Para el secretario general cantabrista, Paulu Lobete, el centro de datos Altamira plantea por el momento más dudas que certezas, y no ha dudado en compararlo con otros proyectos que acabaron esfumándose en la nada como la mina de zinc: “todo lo que sabemos es lo que ha dicho el fondo de inversión y el Gobierno se dedica a repetir sin cuestionar nada, que nos habla de la posible creación de 1.450 puestos de trabajo, cuando en otros centros de datos que ya están funcionando, como los de Aragón, hay menos de 100 trabajadores.

Por el momento, todo parece estar en una fase más especulativa y política que técnica”, ha afirmado Lobete.

Uno de las grandes incógnitas de este centro de datos es si es viable conseguir la conexión eléctrica necesaria, dado que requeriría una potencia de 500 megawatios, que desde Cantabristas explican que es una potencia proporcional a lo que consumirían 500.000 hogares: “estamos hablando de un proyecto que, para generar menos de 100 puestos de trabajo, necesitaría un consumo energético mayor que el de toda la población actual de Cantabria”.

Otra duda considerable que explica el partido Cantabrista es que, los centros de datos como los de Aragón utilizan cantidades ingentes de agua para refrigerarse, sin embargo, el proyecto Altamira que anuncia el PP afirma no necesitar agua por situarse en un clima atlántico.

Para Lobete, esta lógica tiene fisuras: “A nadie se le escapa que, si con el flujo de aire bastara para enfriar un centro de datos, lo normal es que las empresas que ya están funcionando hubieran venido a Cantabria, en lugar de elegir otros emplazamientos”. Por todo ello, desde Cantabristas ponen en duda que tras este proyecto estratégico no haya “un movimiento especulativo”.

Proyecto

Con una inversión de más de 3.600 millones de euros y la creación de más de 1.500 puestos de trabajo durante la fase de desarrollo del proyecto y más de 1.450 en la etapa operativa, de los cuales 350 serán directos y 1.100 indirectos, el Campus Tecnológico ‘Altamira’ se desarrollará en tres fases: la primera, en 2028, con una potencia requerida de 100 megavatios para la primera fase; la segunda, en 2029, con una potencia requerida de hasta 300 megavatios, y la tercera y última, en 2032, con una potencia requerida de hasta un total de 500 megavatios. Toda la potencia para el desarrollo de este proyecto será proporcionada por la actual subestación de Penagos, con 220 kilovatios.

Entre sus ventajas competitivas, destaca su eficiencia energética “imbatible”; su conectividad “estratégica”; una subestación eléctrica, la de Penagos, “robusta y preparada” que aportará estabilidad, y un proyecto “escalable, flexible, muy maduro y solvente” que se caracteriza por su viabilidad técnica y financieramente.