viernes. 19.04.2024
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Malestar de los vecinos y la hostelería en Bareyo y Arnuero con el servicio de recogida de basura

La empresa adjudicataria, Urbaser, exige más dinero a la Mancomunidad El Brusco alegando que han aumentado los costes y no puede asumir el trabajo

Contenedores llenos de basura en Bareyo.
Contenedores llenos de basura en Bareyo.
Malestar de los vecinos y la hostelería en Bareyo y Arnuero con el servicio de recogida de basura

Contenedores llenos de bolsas de basura o en el suelo que generan malos olores y la presencia de ratas, así como la mala imagen que se está difundiendo en localidades turísticas como Isla, en Arnuero, y Ajo, en Bareyo, ha provocado el malestar entre los vecinos, turistas y el sector hostelero con el servicio de recogida de basura.

Un trabajador en un camping de Bareyo no solo se queja de que ha aumentado el impuesto que paga de la basura, sino que también muestra su malestar por el servicio que se está ofreciendo. “Por el camping, donde ahora hay alojadas 550 familias, solo pasan una vez a la semana y en el municipio realizan el servicio cada 15 días”, remarcó.

La situación, señala, ha generado el malestar del sector hostelero que ya en Semana Santa, donde en cuatro días se concentra una gran afluencia de visitantes y turistas, sufrió este problema.

Desde que la empresa Urbaser, adjudicataria del servicio, no permite a los empleados entrar en zonas privadas para recoger la basura desde el pasado mes de noviembre al no estar obligados, los campings, restaurantes y hoteles han tenido que reubicar los contenedores y colocarlos en la calle. En la zona del Faro de Ajo, convertido en un atractivo turístico, la imagen es desoladora y de momento este vecino ha mostrado su queja al Consistorio, ya que en su opinión, es la institución a quien paga los impuestos.

Es una vergüenza como está Isla, con contenedores llenos y sin limpiar, además de las aceras y calles sucias y con grasa”. Así lo aseguró una veraneante de Bilbao que lleva pasando sus veranos en esta localidad costera desde hace 20 años. Asegura que ha llamada al Ayuntamiento de Arnuero y “no hacen caso”.

Olor vomitable

En su urbanización, relata, hay tres contenedores y el sector hostelero ha tenido que reubicar los contenedores en las calles. “Ahora hay como cinco contenedores más y el olor que se genera es vomitable”, afirma.

La presidenta del Centro de Iniciativas Turísticas de Isla, Bernardina Carral, certifica los malos olores que se están generando, lo cual repercute en la imagen del municipio y también en los vecinos que pagan sus impuestos por este servicio.

Contenedores en la calle de Isla, en Arnuero.
Contenedores en la calle de Isla, en Arnuero.

La Mancomunidad El Brusco está formada por los municipios de Argoños, Arnuero, Bareyo, Escalante, Liérganes y Ribamontán al Monte y adjudicó hace cuatro años el servicio de recogida de basura a la empresa Urbaser por diez años prorrogable otros dos.

Su presidente es el alcalde de Argoños, Juan José Barruetabeña, quien asegura que está sufriendo el chantaje de esta empresa que además desde el principio ha incumplido el pliego de condiciones por el que se llevó este contrato. “No limpia los contenedores, no barre, no cumple ni el recorrido de la recogida y ni siquiera realizó una campaña de sensibilización que exigía el pliego. Al final los afectados son los vecinos”, explica.

El problema surge cuando Urbaser exige más dinero a la Mancomunidad El Brusco para prestar la recogida de basura debido a que con el aumento de los costes no puede asumir este servicio.

Incumplimientos

“Les hemos exigido que cumplan los requisitos del contrato, sin recibir contestación, y se ha sancionado a la empresa con 71.000 euros por sus incumplimientos”, aclaró Barruetabeña.

La empresa ha propuesto rescindir el contrato, si bien el presidente del Brusco hace hincapié en que se producen unos daños que Urbaser no quiere asumir.

La situación, que se vive desde hace aproximadamente seis meses, ha empeorado con el incremento de la población en estas localidades turísticas y los visitantes que supone más trabajo para el sector hostelero.

A ello hay que añadir, según un trabajador de la empresa, que su horario es de 6.00 de la madrugada a 12.00 horas. Sin embargo, los camiones de recogida están en Hoznayo, en Entrambasaguas, y “entre ir a buscarlos, llevarlos, limpiarlos, echar gasolina algunos días y tirar los residuos al vertedero, al final solo trabajamos entre cuatro y cuatro horas y media”.

Este empleado tampoco se olvida de que Urbaser no quiere pagar extraordinarias y de la falta de organización, de tal forma que la recogida de basura se ha aumentado en lugares donde no es tan necesario, como la recta de Castillo, en Arnuero, y en otros que lo necesitan se ha descuidado.