jueves. 09.05.2024
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ENTREVISTA

“La educación, el respeto, la valoración y conservación del patrimonio son las asignaturas pendientes en Santoña”, afirmó Pedro Linares

El presidente de la Asociación para la Defensa del Patrimonio de este municipio publicará tres libros, sobre Juan de la Cosa, el Hospital Militar y el origen de la industria conservera moderna a través de Conservas Albo, mientras que José Carlos Juncal actualizará la biografía del cartógrafo santoñés en otro trabajo

El presidente de la Asociación en el monumento a Juan de la Cosa. R.A.
El presidente de la Asociación en el monumento a Juan de la Cosa. R.A.
“La educación, el respeto, la valoración y conservación del patrimonio son las asignaturas pendientes en Santoña”, afirmó Pedro Linares

“La educación, el respeto, la valoración y conservación del patrimonio son las asignaturas pendientes en Santoña”. Así lo afirmó el presidente de la Asociación para la Defensa del Patrimonio de este municipio, Pedro Linares García (Fuentetecha, Soria, 1959), aunque afincado en Santoña desde los cinco años de edad.

Y lo dice no sólo tras comprobar que a los jóvenes estudiantes no se les enseña la importancia de su historia y su patrimonio en los colegios, quizás porque algunos profesores no son de Santoña, salvo José Luis Bicarregui, sino también por el estado en que se encuentran ciertos inmuebles, algunos declarados Bien de Interés Cultural.

De hecho, Pedro Linares, licenciado en Bellas Artes, profesor de dibujo y artes plásticas en enseñanzas medias y en Formación Profesional en delineación, aseguró que, en sus tres últimos años de docencia, recaló en el instituto Marqués de Manzanedo e inculcó el interés por el patrimonio local a sus alumnos, los cuales se sorprendieron de las historias y anécdotas que hay detrás de los monumentos y edificios de la villa.

“Si no se pone en valor el patrimonio, no se reconoce y entonces no se apuesta por la conservación”, indicó.

Y es en este aspecto, donde se encuentra el caballo de batalla de este colectivo que tiene una lista roja, al igual que Hispania Nostra, sobre el mal estado y el deterioro que presenta parte del patrimonio del municipio.

La Casa del doctor Bringas, de 1877, de estilo colonial y victoriano, de propiedad privada, ubicada en la calle Rentería Reyes y vestigio de la época de esplendor militar del pueblo, y la casa baja de la Plaza de la Constitución, de las más antiguas de Santoña, que sufrió, sin permiso, el derribo de parte de su fachada, a pesar de estar protegida, y tiene un arco gótico de piedra caliza del siglo XIII o XIV en el soportal, son claros ejemplos del acoso y derribo de los últimos años.

A ellos se suman el edificio del Bar Santi en la Plaza de la Villa, con su arquitectura románica, declarado en ruina económica por el Ayuntamiento en el año 2018 y cuya fachada, en opinión de Pedro Linares, debería protegerse de forma íntegra.

También incluye en el listado a la batería napoleónica Rouget, en Berria, propiedad de Instituciones Penitenciarias, a pesar de ser declarado yacimiento arqueológico de interés histórico, así como la Venta Vieja, único edificio que se mantiene en Santoña a partir del cual se puede contar la historia de la industria pesquera y conservera y lugar donde se subastó el récord mundial de capturas de bocarte, de forma artesanal, con 1.541.664 kilogramos en un día, el 5 de abril de 1960.

No se olvida el presidente de la Asociación, que cuenta con 16 socios, casi todos de Santoña, del deterioro que presenta, por las inclemencias meteorológicas, la puerta sur de la iglesia de Santa María del Puerto, un edificio, que por otro lado, necesita la reforma de su cubierta y eliminar las humedades y filtraciones.

Es consciente de que algunas de estos inmuebles son de propiedad privada y su mantenimiento es costoso. Pero, considera que la Ley del Patrimonio Histórico Español, de 1985, es difusa, ya que recoge lo que se debe hacer, pero no hace mención a las consecuencias en caso de incumplimiento. “En muchos casos se olvidan y prefieren que lleguen al estado de ruina, en otros hay problemas de herencia, en lugar de venderlo y ponerlo en valor”, reflexiona.

Desde su punto de vista, la gota que ha colmado el vaso ha sido el derribo del Hospital Militar del mal llamado Chiloeches, del siglo XVIII, motivo por el que se creó la Plataforma y a partir de la cual se ha formado la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Santoña.

Pedro Linares, sobre este conflicto que se originó en la villa, hace hincapié en que la defensa realizada tanto del Palacio como del ala oeste se debió centrar en la valoración histórica y la actualización del BIC de todo el conjunto, además de la falta de un informe arqueológico, “motivo este último por el que se han podido saltar la Ley”. Sin embargo, la defensa judicial se derivó hacia la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que desprotegió su conjunto y permitirá construir, subrayó.

“Al final, se pidió la declaración de Bien de Interés Local, se rechazó, se metió un informe técnico argumentando esta petición, pero se dieron prisa y se demolió”, subrayó.

Pedro Linares con el Palacio de Chiloeches detrás. R.A.
Pedro Linares con el Palacio de Chiloeches detrás. R.A.

En conclusión, para el presidente de este colectivo, estos son algunos ejemplos del abandono que ha sufrido el patrimonio en los últimos años por la despreocupación en su mantenimiento, además de los actos vandálicos cometidos o el expolio realizado por aficionados del material descubierto en las cuevas Prehistóricas del Monte de Santoña.

Precisamente, a la hora de destacar el patrimonio con el que cuenta Santoña, Linares menciona el Monte Buciero y sus fortificaciones napoleónicas y posteriores, junto con el Hospital Militar, la iglesia, el instituto y el Palacio Marqués de Manzanedo, sin dejar de lado el Pasaje, a su entender una joya de espacio natural, dentro de zona urbana, que necesita una especial protección de la que carece.

“A este espacio le sobran elementos como la pista de pump track y las letras de Santoña, además de las pasarelas de mármol que han roto su continuidad”, matizó.

Respecto al monte, los fuertes y las baterías, el presidente recordó que el director de la Casa de Cultura y doctor en Historia por la Universidad de Cantabria, Rafael Palacio, tiene un proyecto para poner en valor este patrimonio natural y arquitectónico.

Dado el estado y los actos vandálicos que han sufrido las fortificaciones, Pedro Linares ve con buenos ojos que se instalen cámaras de vídeo vigilancia que permitan controlar, e incluso evitar, estos comportamientos.

Y aunque no es competencia ni tiene potestad la Asociación para determinar el uso que se debe dar a los edificios, se atreve a proponer que el fuerte de San Martín, por su extensión e historia, es un lugar idóneo para acoger tres museos: del Ejército, del descubrimiento de América y Juan de la Cosa, uno de los primeros militares de España, cartógrafo y representante de la Corona en una de las grandes hazañas de la historia de España, y por supuesto de la industria conservera.

En este último caso, otra opción puede ser que la Venta Vieja sirva de espacio para este reconocimiento al sector, pero este profesor sospecha que se derriben estas instalaciones, en estado de ruina, para ensanchar la calle con motivo de la reordenación del muelle, y se reconstruya una réplica cercana a su ubicación.

Juan de la Cosa

La figura de Juan de la Cosa, natural de Santoña, no ha tenido relevancia en el pueblo a la hora de destacar su aportación a la historia de España, remarcó.

“Es correcta la enmienda presentada por Vox al presupuesto regional de 2024, aunque fue rechazada por el PP y PRC, que ha recogido una iniciativa de la Asociación, mientras que por otro lado también apoyamos la intención del PP de restaurar su monumento”, declaró Linares.

Para el año que viene, José Carlos Juncal, miembro de la Asociación, trabaja en la publicación de un libro sobre la biografía revisada de este personaje histórico. Además, el colectivo pedirá a la Consejería de Cultura la declaración del monumento y de la Plaza de Toros, una construcción en piedra caliza levantada con la histórica muralla militar de Santoña, como Bien de Interés Local, e incluso gestionará la solicitud de BIC para el penal del Dueso y la muralla.

En esta actividad por dar difusión a la historia de Santoña y todo lo acontecido sobre el patrimonio, el propio Pedro Linares también prepara tres libros para el año 2024. El primero sobre el valor histórico y artístico del monumento de Juan de la Cosa, el segundo sobre el Hospital Militar hasta su derribo y rehabilitación, y el tercero, centrado en el origen de la industria conservera moderna a través de Conservas Albo.

Monumento a Juan de la Cosa en el Pasaje, en Santoña. R.A.
Monumento a Juan de la Cosa en el Pasaje, en Santoña. R.A.

Esta última investigación partirá, a su juicio, de esta fábrica, pionera de la conserva moderna en España por introducir, en la producción de conservas herméticas, las máquinas de cortar bonito y de cocer la sardina al vapor, patentes de 1884 y 1885.

Otros frentes

Otros frentes abiertos en Santoña son la intención de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria de derribar o reformar el colegio Juan de la Cosa para actualizar sus instalaciones.

Pedro Linares se posiciona a favor de su rehabilitación, dada la importancia de sus pabellones, referentes del racionalismo arquitectónico de los colegios de Cantabria y al mismo tiempo reclama mantener las zonas ajardinadas y el arbolado que tuvo en su tiempo.

Asimismo, la declaración de BIC del instituto Marqués de Manzanedo está pendiente de resolverse, una petición realizada por del Ayuntamiento, todavía sin contestar, y cuyo informe para argumentar esta petición “no nos ha permitido ver el equipo de Gobierno de Santoñeses y PP”.

Riqueza

Tras analizar la realidad de Santoña, Pedro Linares apuesta por poner en valor y conservar el patrimonio local, ya que aporta beneficios a sus vecinos.

El primero, es la concienciación de ceder un pasado a las nuevas generaciones, heredado de los mayores, lo que supone, en su opinión, un síntoma de civilización, “sin conservación del patrimonio no hay civilización”.

Por otro lado, es una fuente de riqueza inagotable, el verdadero tesoro de los pueblos, ya que se convierte en un atractivo turístico para atraer visitantes y permite desestacionalizar el turismo. “La inversión atrae turistas que no sólo vienen a la playa y de hecho el turismo cultural en Europa representa el 60 por ciento y supone pernoctaciones en los alojamientos y consumo”, aclaró.

Para Linares, que lleva cuatro años en el cargo, Santoña ha apostado por un turismo de fiesta que está chocando techo. “Esto no puede ser el único motor turístico, ya que el monocultivo es una condena”, reafirmó. Por ello, incide, en que se debe diversificar, crear alternativas que permitan a los jóvenes otras vías de desarrollo.

Para finalizar, y aunque de momento desconoce el margen de actuación y no han tenido tiempo aún de concretar las políticas del nuevo equipo de Gobierno municipal, la Asociación espera que sean más conscientes que los anteriores gobernantes y desarrollen actuaciones de puesta en valor y conservación del patrimonio.

Mientras tanto, en el año 2024 este colectivo podría entregar dos premios Nocturlabio, debido al retraso sufrido por la pandemía, y reconocer así el trabajo y el valor realizado por ciertas personas en lo referente al patrimonio arquitectónico, natural, cultural y científico local.