miércoles. 24.04.2024
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Codium, tus helados artesanales de calidad en Santoña, Noja e Isla

Su responsable, el santoñés Alejandro Ruiz, anuncia la elaboración de nuevos sabores, tales como maracuyá, mandarina, manzana verde, caramelo con sal, regaliz y tutti frutti

Alejandro Ruiz en su heladería Codium en Santoña. R.A.
Alejandro Ruiz en su heladería Codium en Santoña. R.A.
Codium, tus helados artesanales de calidad en Santoña, Noja e Isla

Viene de una familia emprendedora y tras llamarle la atención la elaboración de los helados en sus estudios de Técnico Superior en Procesos de Calidad en la Industria Alimentaria se lanzó a la apertura de su negocio.

Así, Alejandro Ruiz López, un santoñés de 39 años de edad, puso en marcha Codium, una cadena de heladerías artesanales con presencia en Noja, Isla (Arnuero) y Santoña.

Si bien antes, analizó el mercado para comprobar que su idea de negocio podía tener un hueco  en estos municipios y al mismo tiempo completó su formación con un curso de elaboración de helados de la mano del maestro, Carlos Arribas, en San Sebastián.

Confiado en que puede competir con su producto, basado en una selección de materias primas de calidad, frescas y de temporada y centrado en el ingrediente sabor, abrió la primera heladería en Noja en el año 2017. Al año siguiente conseguía tener presencia en Isla, en Arnuero, y en 2021 apostó fuerte por Santoña, donde su intención es abrir prácticamente todo el año.

El obrador, ubicado en Noja, es su lugar de trabajo para elaborar los helados. Leche, en ocasiones con nata, azúcar y el ingrediente sabor es la materia prima utilizada de forma artesanal, sin ningún añadido como en el caso de la heladería industrial.

El obrador, ubicado en Noja, es el espacio de trabajo para elaborar los helados. R.A.
El obrador, ubicado en Noja, es el espacio de trabajo para elaborar los helados. R.A.

A partir de ahí, su oferta abarca una línea de frutas, limón, fresa, mango y coco; otra de chocolates, trufa, choco naranja, chocolate, ferrero roché, chocolate blanco y chocolate brownie casero, de elaboración propia, así como una tercera dedicada a los frutos secos, turrón y avellana. Tampoco, se olvida de los yogures, normal, griego y con arándanos ecológicos de la localidad de Güemes, en Bareyo, para ofrecer una amplia variedad a los amantes de los helados.

Todos ellos se pueden consumir en cucurucho normal o de chocolate, tarrinas pequeñas, medianas y grande y, por supuesto, el formato para llevar a domicilio (take away), tanto de medio litro, tres cuarto de litro, como de litro para aquellos que desean su consumo en casa.

El helado se suele utilizar para acompañar muchos postres, las fresas con nata son típicas en la época de esta fruta. Sin embargo, Alejandro Ruiz recomienda un buen café solo con una palada de vainilla de Madagascar para tomar en casa.

Nuevos sabores en breve

Con la mente puesta en ofrecer nuevos sabores, Alejandro Ruiz adelanta que en breve se podrá disfrutar de los helados de maracuyá, mandarina, manzana verde, caramelo con sal, regaliz y tutti frutti, un clásico que tiene la espina clavada de sacarlo adelante con éxito.

Y por supuesto también ha surgido la idea de abrir nuevo nichos de mercado y crear una línea de sabores con el fin de no olvidarse de los diabéticos e intolerantes a la lactosa.

Comer un helado va unido a la relajación, desconectar de la rutina diaria, la tranquilidad mientras se pasea y por lo tanto es un producto que, además de por sus ingredientes, abarca un amplio perfil de consumidores, desde los niños, pasando por los jóvenes y adultos, hasta llegar a los mayores.

Los meses de verano, coincidiendo además con el buen tiempo y las vacaciones, siguen siendo la época del año donde más helado se consume, y el paseo, después de cenar, son las horas donde mayor venta de helados se producen, en unas ocasiones planificado por la familia o los amigos y en otras es una decisión impulsiva.

“Los clientes de nuestros helados buscan la exclusividad del producto, elaborado de forma artesanal y probar las nuevas tendencias en sabores, ya que se ha innovado mucho en los últimos años”, comentó el responsable de Codium.

Aun así, Alejandro Ruiz se ha marcado el reto de tener su heladería abierta durante casi todo el año en Santoña, salvo desde principios de enero a Carnaval, fechas en que empieza de nuevo el ambiente en la villa. “Me hacía ilusión ofrecer mi producto a los vecinos. Muchos de ellos me han visitado en Noja durante el verano para probar los helados”, comenta cuando se le pregunta por la decisión de abrir en Santoña.

Y es que lo tiene claro, la hostelería y el comercio son complementarios, e incluso en Noja e Isla durante el verano. En el caso de Santoña, su oferta hostelera es amplia y variada para atender a aquellos que desean comer unos pinchos, picotear, un plato combinado, el menú del día, la carta o una hamburguesa o pizza. “El acceso además es cómodo, la relación calidad-precio es buena y los visitantes suelen volver”, asegura este santoñés.

A ello le suma que es un municipio referencia en la zona y tiene vida durante todo el año, fiestas, ferias, actos o pruebas deportivas, atraen visitantes y ayudan a dinamizar el pueblo.

En unos días tendrán lugar las vacaciones de Semana Santa. Por este motivo, Codium abrirá en Noja, en la Plaza de la Villa, a partir del viernes, día 8 de abril, mientras que en Isla, situado junto a la playa del Sable, en Quejo, vivirá su apertura el día 1 de junio.

Futuro

Con la mirada puesta en el futuro, tras dejar atrás la pandemia y mejorar la situación sanitaria, Alejandro Ruiz se muestra optimista de cara a la Semana Santa y el verano. “En 2020 estuvimos en casa, en 2021 solo disfrutamos la gente de Cantabria y esperamos que poco a poco se recobre la normalidad, aunque la situación está difícil para mucha gente”, reflexiona este heladero.

Y por supuesto, este emprendedor mantiene el interés por seguir aprendiendo en su profesión e innovando en su sector. Por estos motivos, el santoñés da mucha importancia a la formación continua y fruto de la motivación que tiene acudió a Xixona a un curso de heladería de la mano de Enrique Colma y Pablo Galiana.

Unos conocimientos adquiridos que ha completado con una masterclass sobre natas con el primer campeón de España en 2011, Mario Masiá, en San Sebastián, e incluso recientemente se desplazó a la localidad de Guetaria, en Guipúzcoa, para probar el mejor sorbete del mundo de la mano de Fernando Alberdi e intercambiar impresiones.