lunes. 29.04.2024
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CRÍTICA

‘Maestro’, un frío y distante relato de la vida de Leonard Bernstein

Bradley Cooper ofrece un biopic de la vida del gran director de orquesta y compositor Leonard Bernstein

La película cuenta la historia del director de orquesta
La película cuenta la historia del director de orquesta Leonard Bernstein.
‘Maestro’, un frío y distante relato de la vida de Leonard Bernstein

FICHA:

-Cine: 'Maestro'.  

-Protagonistas: Bradley Cooper, Carey Mulligan, Matt Bomer, Vincenzo Amato, Mallory Portnoy.

-Guión: Bradley Cooper y Josh Singer. Fotografía: Matthew Libatique. Música: Leonard Bernstein.

-Director: Bradley Cooper.

-Productores: Martin Scorsese, Steven Spielberg y Bradley Cooper. Distribución: Netflix

-Calificación (sobre 5): **

Parece que está de moda hacer películas basadas en personajes históricos o en historias antiguas con resultados diversos. Es de alto riesgo intentar equiparse a grandes directores clásicos que marcaron escuela, y para algunos actuales directores es una tentación imitar a esos maestros del cine de antaño.  Eso es lo que ha pretendido Bradley Cooper con ‘Maestro’, un biopic de la vida del gran director de orquesta y compositor Leonard Bernstein.

Es conocida la admiración de Bradley Cooper por Douglas Sirk o Clint Eastwood, y con esta película ha intentado imitar sus estilos, pero no acierta ni en el fondo ni en las formas. Hay un uso continuado del travelling del que llega a abusar, como en la escena inicial donde la cámara parte de una habitación abuhardillada y se desliza mediante un frenético picado hacia una gran sala teatral. El resultado es artificioso, muy poco natural, parecen imágenes creadas por la inteligencia artificial.

A partir de ahí, la fotografía de Matthew Libatique pasa del blanco y negro de la primera parte de la película al color de las escenas finales, sin un motivo que aclare la razón de muchos vaivenes. Hay una estética desmesurada como el abuso del humo de los cigarrillos a contraluz de muchas escenas, fumando toda la película para resaltar la dependencia al tabaco y el alcohol que tenía Bernstein.

Esto no impide reconocer el arduo trabajo de Cooper para recrear el personaje, pero de tanto trabajar su imitación se pasa de exagerado, de gesticulante. Sabemos que el maestro neoyorquino era muy extrovertido en sus gestos y expresiones, pero tanto, tanto, no creo. Hay momentos de sobreactuación que le resta credibilidad.

Mucho más serena y creíble la aportación de Carey Mulligan como su sufrida y enferma esposa Felicia Montealegre, o Matt Bomer como su amante David Oppenheim. El resto del reparto aportan serenidad y calma ante tanta artificiosidad en la narración visual. Solo en la escena de la discusión a solas del matrimonio en el salón de su apartamento de Nueva York, la cámara queda en un plano fijo, deja solos a los protagonistas y eso consigue la atención y el efecto deseado.

El desarrollo de la historia da saltos en el tiempo que desconcierta al espectador con un guion demasiado previsible y con pocos momentos de realce o emoción. Los logros artísticos de Leonard Bernstein quedan en segundo plano, tan solo se destaca su faceta de compositor de musicales con constantes recuerdos de ‘West Side Stor’ o ‘Candide’. Pero poco o nada de sus grandes éxitos con la Filarmónica de Nueva York, o la de Viena, o la de Boston o sus triunfos en La Scala de Milán, Londres o París.

El compositor durante la dirección de un concierto.
Escena del concierto en la Catedral de Ely, en Inglaterra..

La película de llama ‘Maestro’ pero deja al descubierto la falta de conocimiento que Bradley Cooper tiene sobre el Leonard Bernstein director, dando solo algunas pinceladas como su famoso concierto en la Catedral de Ely dirigiendo la Segunda Sinfonía de Mahler. Es una escena muy trabajada, de planos largos, donde la imagen de Carey Mulligan y los primerísimos planos de Cooper dirigiendo con exagerados gestos, quedan por encima de la figura del propio Bernstein.

La película se centra en el Bernstein marido, pasa de puntillas por su homosexualidad declarada y nos da una imagen del personaje egocéntrico, que se casó a pesar de su vida con amantes y fiestas, lo que no impidió ser uno de los grandes directores y compositor musical del pasado siglo.

Sí, Cooper es un buen actor, se ha trabajado a conciencia a su personaje, pero a la película le falta poso, le falta emoción por un guion lento (salvo las escenas familiares finales con la enfermedad de su esposa). No consigo empatizar con la historia, no engancha, a pesar de las imágenes frenéticas que parecen un vídeoclip que te dejan extenuado.

Es todo muy exagerado por sus excesos visuales, incluso el baile de los tres marineros, hasta que al final uno parece desplomarse en la nada. A pesar de todo no me hagan mucho caso, seguro que le darán un montón de Óscar.