Mazarío en la Galería Siboney, en Santander, y la colectiva ‘El río que nos lleva’ en Torrelavega, nuevas exposiciones durante estos días
La sala Mauro Muriedas acogerá las obras de Faustino Cuevas, Ángel Izquierdo, Juan Manuel Puente y Carmen Van den Eynde
Con el título ‘Un lugar’ de José Luis Mazarío en la Galeria Siboney, en Santander, y la colectiva ‘El río que nos lleva’ en la sala Mauro Muriedas, en Torrelavega, los interesados al arte tienen dos nuevas exposiciones que visitar durante estos días.
El regreso de Mazarío a Siboney supone una de sus muestras más compactas realizadas por el artista hasta la fecha, por el campo de interés de las temáticas y las narraciones de sus pinturas y dibujos recientes, que nuevamente nos hablan de la vida lenta, de cómo el tiempo que se desliza casi imperceptible sobre las cosas, como diría Guillermo Solana.
En esta ocasión acercan aún más sus trabajos al territorio de lo autobiográfico, a sus campos de interés actuales en los que conviven el deleite por la historia de la pintura, junto a su marcado interés por la arqueología y la relación del ser humana con el arte a lo largo de la historia.
El artista presenta una una nueva serie de pinturas, óleos sobre tabla y tela que, junto a dibujos al carboncillo y una soberbia escultura, dan continuidad a su anteriores exposiciones tanto en la galería, ‘Una arquitectura de la soledad’ 2022 y ‘Pequeñas rarezas’, 2020, como la realizada en el Centro del Faro Cabo Mayor en 2017, bajo el título de ‘Caer en la cuenta’.
Mazarío expuso por primera vez en el lejano 1988, y pese a que muchos años, y muchas cosas han pasado desde entonces, muchas exposiciones, muchas ferias y muchas muestras de grupo, continúa siendo un artista que transita al margen de las corrientes dominantes y que permanece fiel a su ideario artístico.
En el año 1999, con motivo de su primera muestra en la Galería Estampa de Madrid, Guillermo Solana escribió que la pintura de Mazarío “reflejaba una personal poética de la intimidad, sus cuadros hablan de la vida lenta, del tiempo que se desliza casi imperceptible sobre las cosas”. Casi 20 años más tarde se podría mantener este párrafo en cualquier texto que hable de la pintura de Mazarío, porque es un artista con unas inquietudes y una creatividad que permanecen ligadas a una materia muy concreta, a una “argamasa pictórica” selecta, y que continúa desgranado con el paso del tiempo.
Como citaba Lorenzo Olivan en el texto para su exposición ‘Caos y memoria’ de 2008, Mazarío hace buena, una famosa frase del Morandi: “nada es más abstracto que el mundo visible”. Continúa Olivan “Es ése un elemento, creo yo, indispensable para entender esta obra y que está, de muy diversas maneras y en muy distintos grados, en los ejemplos de arte que más admiro: en los bisontes de Altamira, en ‘Las meninas’ o ‘Las hilanderas’ de Velázquez, en el Padre Carrión de Zurbarán que hay en el Monasterio de Guadalupe, en ‘La mujer con una balanza’ de Vermeer, en el ‘Perro enterrado en la arena’ de Goya, en ‘Lluvia, vapor y velocidad’ de Turner, pero también en lo más poderoso de Mark Rothko, de Edward Hopper o de Sean Scully”.
Para esta exposición, el artista ha preparado un breve texto referido a la escultura que presenta.
Colectiva
La concejala de Cultura, Esther Vélez, ha presentado la exposición que cierra el calendario de la Sala Mauro Muriedas en 2025: ‘El río que nos lleva’, junto con el comisario de esta, Luis Alberto Salcines.
La muestra se inaugurará el día 12 de diciembre, a las 19.30 horas, y permanecerá abierta hasta el día 5 de enero, con entrada libre y gratuita, ofreciendo al público una selección de más de 40 obras de cuatro artistas de la generación artística de los años 70 con gran vinculación con Torrelavega: Faustino Cuevas, Ángel Izquierdo, Juan Manuel Puente y Carmen Van den Eyden, que han sido realizadas a lo largo de 2025. Además, se incluye una hecha expresamente para esta cita expositiva.
Es una muestra colectiva “muy especial e interesante”, ha dicho Vélez, que recoge la trayectoria artística de estos autores, con una “gran inquietud y una labor investigadora en nuevas técnicas”.
La concejala también ha subrayado el “compromiso” del Ayuntamiento en “dar visibilidad y acompañar” a los artistas locales. Y ha agradeció el “trabajo” del comisario y del diseñador del catálogo, Pepe Terán, por su creatividad.
Respecto a la exposición, Salcines ha explicado que tiene un doble contenido “artístico y sentimental” que relaciona a los cuatro artistas. En cuanto al título de la exposición, ha indicado que ‘El río que nos lleva’ evoca el río Saja, que une Cabezón de la Sal y Torrelavega, y “simboliza el fluido creativo que ha acompañado a estos artistas durante más de 50 años de trayectoria en los que no han dejado de investigar y evolucionar, pasando de la figuración inicial a la abstracción, e incluso al lenguaje digital”.
Así, por ejemplo, ha apuntado, aparece la abstracción en Juan Manuel Puente, la utilización rasgos tan personales del collage en Faustino Cuevas, la fotografía en Carmen Van den Eynde con sus jardines, y el mestizaje de las imágenes digitales y pictóricas de Ángel Izquierdo.
Ágora
La exposición ‘Reveladas: las horas invisibles’ tendrá el martes, día 16 de diciembre, un preestreno en el Ágora Solidaria Cultura y Memoria Luis Toca (ASCM), donde a las 18.30 horas se podrá conocer una primera aproximación al proyecto impulsado por la Asociación Consuelo Berges.
Lejos de ser un simple recorrido fotográfico, la propuesta nace de la colaboración entre mujeres que se sitúan tanto delante como detrás de la cámara. Todas ellas construyen un relato visual que reivindica la fuerza de lo cotidiano y de esas tareas que sostienen la vida sin hacer ruido.
El proyecto pone el foco en mujeres anónimas que conviven con una rutina atravesada por responsabilidades familiares, domésticas y de cuidados. Son labores imprescindibles, aunque muchas veces pasan desapercibidas o no reciben el reconocimiento que merecen. Las imágenes buscan precisamente dar luz a ese esfuerzo constante, emocional y mental, que rara vez se nombra.
Al mismo tiempo, la muestra reivindica la mirada de las fotógrafas: voluntarias vinculadas a la Asociación Consuelo Berges que han encontrado en la fotografía una forma de acompañar y contar historias. Su trabajo genera un intercambio de sororidad en doble dirección: ellas observan, escuchan y registran, mientras que las protagonistas abren su día a día para hacerlo visible.
El acto servirá como antesala de la presentación oficial de 'Reveladas: las horas invisibles', cuya inauguración completa está prevista para 2026.
La Asociación Consuelo Berges, impulsora de este proyecto, nació en Cantabria el 5 de diciembre de 1995 como una organización de mujeres sin ánimo de lucro centrada en la lucha contra la violencia de género y la defensa de una igualdad efectiva. Su trayectoria de casi tres décadas la ha consolidado como un recurso cercano y accesible para la ciudadanía, apoyado en un trabajo multidisciplinar que permite atender de manera integral a las personas que acuden a la entidad.
Desde sus inicios, la asociación mantiene un firme compromiso con la erradicación de la violencia machista y con la construcción de redes de apoyo entre mujeres. Bajo la premisa de que la unión fortalece, impulsa espacios de sororidad y cooperación que sirven para visibilizar la necesidad de un pacto social que avance con las mujeres y no al margen de ellas.
Su misión se centra en garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres, promoviendo una vida libre de desigualdad, discriminaciones y violencias. Para ello, defienden un modelo social inclusivo que fomente la educación en igualdad y que rompa con las dinámicas que siguen generando brechas entre mujeres y hombres.
La visión que ha guiado su trabajo desde hace casi 30 años ha sido convertirse en una entidad referente en Cantabria en la defensa de los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia de género. Hoy, esa aspiración es una realidad gracias a la labor constante del equipo y a valores que marcan la identidad de la asociación: la igualdad, la dignidad, la justicia social, la transparencia y, de forma destacada, la sororidad entendida como una solidaridad activa entre mujeres en su camino hacia el empoderamiento.