viernes. 29.03.2024
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Los trabajadores del Museo Marítimo, obligados a comer y descansar en el rellano de una escalera, según CCOO

La representación sindical elevó su queja a la Inspección de Trabajo tras numerosos intentos baldíos de negociación con el centro para llegar a una solución

Rellano de una escalera en el Museo Maritimo, en Santander.
Rellano de una escalera en el Museo Maritimo, en Santander.
Los trabajadores del Museo Marítimo, obligados a comer y descansar en el rellano de una escalera, según CCOO

La representación sindical de CCOO en la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la degradante situación que padece el personal que trabaja en el Museo Marítimo del Cantábrico (MMC), cuya Dirección les obliga desde hace más de un año a comer y a descansar en el rellano de una escalera de servicio del centro museístico.

Ante este malestar, la Sociedad Regional Regional de Educación, Cultura y Deporte, dependiente el Gobierno regional PRC-PSOE, no ha realizado declaraciones.

Las más de 20 personas que trabajan en este espacio disfrutaban de su periodo de descanso en una zona habilitada en la zona del restaurante, situada en la última planta del museo, pero desde que comenzaron las obras de remodelación hace más de un año se les relegó a esta nueva ubicación, en el rellano de una escalera de servicio, con unas condiciones pésimas y poco propicias para hacer la pausa de 15 minutos a la que tienen derecho, tal y como recoge el convenio colectivo de la Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística.

“La Dirección del Museo ha obligado a la plantilla a hacer aquí el descanso, pero desde CCOO consideramos que en el centro hay suficientes lugares que cumplen con la normativa vigente sin necesidad de vejar al personal en un sitio que a todas luces no es el adecuado ni para el descanso ni para comer”, ha señalado la delegada de CCOO en la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte y presidenta también del Comité de Empresa, Delia Carbajo.

Para Delia Carbajo, la denuncia a la Inspección de Trabajo llega tras varios intentos de solucionar el problema por medio del diálogo y la negociación con la dirección del museo. “Hemos tratado por activa y por pasiva de hacerles entender que ese lugar no era el adecuado y que el museo cuenta con otros espacios que se pueden habilitar para que el personal esté en unas condiciones dignas”, ha señalado Carbajo.

Oídos sordos

Sin embargo, la Dirección del museo siempre ha hecho oídos sordos a los intentos de solucionar el problema por parte de la representación sindical de CCOO y no ha quedado otro camino que elevar la queja ante la Inspección de Trabajo, aseguran.

Consideramos que los trabajadores del museo no merecemos ese trato, más cuando se nos ocurren otros espacios donde estaríamos mucho mejor dentro de las instalaciones y, por supuesto, sin interferir con las visitas”, ha concluido Carbajo.