lunes. 29.09.2025
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Confirmado el primer caso de gripe aviar en Cantabria en una gaviota recogida en Castro Urdiales

La Consejería de Desarrollo Rural no autorizará la celebración de concentraciones avícolas y vuelve a insistir en la importancia de extremar las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas domésticas

Enfermedad de la gripe aviar.
Enfermedad de la gripe aviar.
Confirmado el primer caso de gripe aviar en Cantabria en una gaviota recogida en Castro Urdiales

La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria ha confirmado el primer caso de gripe aviar en la región tras la recogida de una gaviota en el municipio de Castro Urdiales.

El ave fue localizada muerta en el litoral, recogida por los Agentes de Medio Natural y analizada conforme al protocolo de vigilancia establecido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El caso positivo ha sido confirmado por el laboratorio de referencia para esta enfermedad, ubicado en Algete, Madrid.

Se trata del primer caso de gripe aviar en Cantabria desde que el Ministerio informara oficialmente de la presencia de la enfermedad en nuestro país. Fue el pasado mes de julio en una granja de pavos confirmada en Badajoz, y posteriormente, con otro caso en una granja de Vizcaya.

La Consejería informó entonces a los propietarios de aves, y les solicitó que extremaran las precauciones en cuanto al contacto directo e indirecto con aves silvestres y pidiéndoles, además, que reforzaran la vigilancia de explotaciones avícolas ante la confirmación de dichos focos de virus Influenza Aviar alta patogenicidad (gripe aviar).

“Desde la Consejería volvemos a insistir en que el papel de los propietarios de aves es fundamental, ya que son los que tienen que adoptar las medidas de protección adecuadas previniendo la diseminación de la enfermedad. Gracias a su labor, de momento, no se ha detectado ningún caso en explotaciones avícolas domésticas de Cantabria”, ha asegurado la consejera, María Jesús Susinos, que ha recordado que “se han detectado casos positivos en las comunidades limítrofes, incluso en alguna de ellas, en granjas domésticas, lo que han obligado a sacrificar a todos sus animales”.

Susinos ha afirmado que “nuestro sistema de vigilancia pasiva está funcionando adecuadamente, lo que nos ha permitido detectar de manera prematura la presencia del virus en nuestra región, constituyendo la primera barrera necesaria para garantizar la no diseminación de la enfermedad”. Aun así, la consejera ha insistido en que “debemos continuar vigilantes y no lanzar las campanas al vuelo, ya que las enfermedades emergentes tienen un comportamiento caprichoso e impredecible”.

Concentraciones avícolas

Ante la situación de la enfermedad en el país, y atendiendo a las normas generales establecidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Consejería ha tomado la decisión de no dar la autorización, de manera temporal, a las ferias, mercados, exposiciones y concentraciones de aves en Cantabria, como medida preventiva para evitar una posible propagación del virus. “Con esta medida anteponemos las garantías sanitarias a la posibilidad de que se propague la gripe aviar y tenga consecuencias negativas en nuestras granjas, ya que un positivo supondría llevar a cabo un vacío sanitario en una explotación y el establecimiento de un cordón sanitario de varios kilómetros de la granja afectada”.

La Consejería insiste en la importancia de cumplir estrictamente con las medidas de bioseguridad recomendadas por el Ministerio, y recuerda a los profesionales del sector la obligación de comunicar cualquier sospecha o hallazgo inusual en aves domésticas o silvestres.

Cantabria continúa en coordinación permanente con las autoridades nacionales y europeas para el seguimiento de la situación y la aplicación de todas las medidas necesarias de prevención y control.

Medidas de prevención y control

En especial, desde la Consejería vuelven a recordar el protocolo que recoge las medidas como evitar el contacto directo e indirecto con aves silvestres y reforzar la vigilancia pasiva, tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando de forma inmediata a los servicios veterinarios oficiales, en el caso de Cantabria, la Oficina Comarcal Agraria de Gama, cualquier sospecha de enfermedad.

Según informa el Ministerio, queda prohibida la utilización de pájaros de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes como señuelo; la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral, y la cría de aves de corrales al aire libre, y si, en este último caso, no fuera posible, se deberán colocar telas pajareras o cualquier otro tipo de dispositivo que impida la entrada de aves silvestres, siempre que se alimente y abreve a las aves en el interior de las instalaciones o en un refugio que impida la llegada de aves silvestres y evite el contacto de éstas con los alimentos o el agua destinados a las aves de corral.

El Ministerio también establece la prohibición de dar agua a las aves de corral procedente de depósitos de agua a los que puedan acceder aves silvestres, y los depósitos de agua situados en el exterior requeridos por motivos de bienestar animal para determinadas aves de corrales quedarán protegidos suficientemente contra las aves acuáticas silvestres.

De igual modo, según la comunicación del Ministerio queda prohibida la presencia de aves de corral u otro tipo de aves cautivas en los centros de concentración, los certámenes ganaderos y las muestras, exhibiciones y celebraciones culturales, así como cualquier concentración de aves de corral u otro tipo de aves cautivas al aire libre.

Zonas de especial riesgo

En el caso de Cantabria, las medidas se están adoptando en las zonas designadas por el Ministerio como de “especial riesgo” son los municipios que pertenecen al Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y zonas limítrofes: Ampuero, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Bareyo, Colindres, Escalante, Hazas de Cesto, Laredo, Liendo, Liendo, Limpias, Meruelo, Noja, Rasines, Santoña, Solórzano y Voto.

También se establecen zonas denominadas de “especial vigilancia”: los ayuntamientos de El Astillero, Camargo, Campoo de Yuso, Comillas, Campoo de En medio, Marina de Cudeyo, Reinosa, Ribamontán al Mar, Rozas de Valdearroyo, San Vicente de la Barquera, Santander, Udías, Val de San Vicente y Valdáliga.  

En caso de que un ciudadano se encuentre con un ave muerta o moribunda, se solicita que llame al 112 o a la guardería de Montes del Gobierno de Cantabria, y que no establezca contacto físico con el animal.

Con el fin de facilitar la labor divulgativa de este protocolo de actuación y sus correspondientes medidas, la Consejería de Desarrollo Rural ha hecho partícipe de esta información a las Oficinas Comarcales y al Colegio Oficial de Veterinarios.