OPINIÓN

El Palacio de Festivales queda excluido del circuito de las grandes orquestas y solistas

Sala Argenta del Palacio de Festivales.

De la actual programación del Palacio hay algo destacable en teatro, pero todo lo demás es bastante generalista y de relleno sin que despierte un especial interés

Se están publicando estos días la programación de los teatros y auditorios más importantes de nuestro país. Los programadores más avispados están luchando por conseguir que grandes conjuntos artísticos visiten sus ciudades, incluso haciendo producciones propias o en colaboración con otros teatros.

Desde hace ya varios años, se han ido sumando más ciudades a ser sede de conciertos y actuaciones del más alto nivel. Ya no solo son Madrid, Barcelona, Oviedo o Valencia. A la lista se suman Sevilla, Las Palmas, San Sebastián y, con fuerza, Zaragoza. Y de esta lista se vuelve a caer Santander. Ni está ni se la espera.

El Palacio de Festivales de Cantabria vuelve a quedar al margen de esas giras de orquestas y compañías de la máxima reputación por decisión de sus actuales programadores, a pesar del enorme beneficio cultural y turístico que ello supondría. Y lo podría tener relativamente fácil. Santander se sitúa en medio de dos ciudades que sí están en ese circuito de las grandes orquestas y conjuntos artísticos, como son Oviedo y San Sebastián, incluso de Zaragoza que este otoño ha dado la campanada con una programación musicalde ensueño.

Y lo tendría asequible porque para las compañías y orquestas es más fácil y más barato actuar en tres o cuatro ciudades que no solo en una. Ahí es donde Santander se podría beneficiar al incorporarse a ese circuito del Norte que le reportaría beneficios, prestigio y repercusión mediática, algo que hoy no tiene.

De la actual programación del Palacio hay algo destacable en teatro, pero todo lo demás es bastante generalista y de relleno sin que despierte un especial interés, no solo para Cantabria sino para ciudades de nuestro entorno. Por supuesto, ni hablamos de ciclos de música con grandes orquestas, solistas o compañías de prestigio nacionales o internacionales de danza o ballet.

Al quedar el Palacio al margen de este circuito, se impide que los estudiantes de los conservatorios, de las academias de danza o agrupaciones de música, se puedan beneficiar de aprender y admirar a las grandes compañías y orquestas que girarán por nuestro país.

Es una pena ver como las ciudades más cercanas a Santander recibirán la visita de conjuntos del nivel de la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de la BBC o la Sinfónica de Londres, la Sinfónica de la Radio de Fráncfort, la Orquesta Mozarteun de Salzburgo, la Compañía Nacional de Danza, grandes solistas como Ermonela Jaho, Anne Sophie Mutter, Grigory Sokolov o Javier Perianes, por poner solo algunos ejemplos.

Estarán cerca de nuestra tierra, pero pasarán de largo. Esto se parece a ‘Bienvenido Mr. Marshall’. Veremos si en la programación del Palacio de febrero a junio el panorama cambia algo porque, en cuestión de música, Santander no puede vivir solo de los carísimos conciertos de agosto, y que cuyo formato está ya más que anticuado. De lo contrario, el protagonismo cultural y el dinero se lo seguirán llevando otros.