sábado. 31.05.2025
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Maruja y su nido de colores transformará el Centro Botín en un espacio de juego y descubrimiento para los niños

Estos días comenzará ‘De Gaudí a Renzo Piano’, la primera de las actividades enmarcadas en el acuerdo con El Capricho de Gaudí, y el cuarteto Fin du Temps, un ensemble reconocido por su profundidad y sensibilidad musical, cerrará la actual temporada del ciclo ‘Música clásica’

Botín Instalaciones de juego y piezas sueltas
Botín Instalaciones de juego y piezas sueltas
Maruja y su nido de colores transformará el Centro Botín en un espacio de juego y descubrimiento para los niños

Arte, música y arquitectura se dan cita estos días en el Centro Botín, en Santander, con una programación diseñada para emocionar y sorprender a públicos de todas las edades.

La semana comienza con una propuesta, pensada para el público más pequeño y sus familias, que tendrá lugar los días 7 y 8 de junio, entre las 11.00 y las 14.00 horas y entre las 17.00 y las 20.00 horas. Así, de la mano de la artista e investigadora del juego Priscila Vela, ‘Maruja y su nido de colores’ transformará el Centro Botín en un espacio único donde bebés de cero a tres años descubrirán de forma lúdica las temáticas presentes en las obras de Maruja Mallo. La actividad busca estimular sus sentidos y ofrecerles múltiples formas de jugar y explorar, fomentando su desarrollo por medio de una experiencia sensorial en un entorno seguro y creativo.

Vela también dirigirá una sesión formativa para adultos el jueves, día 5 de junio, a las 19.00 horas, titulada ‘Instalaciones de juego y piezas sueltas’, dirigida a educadores y profesionales que deseen conocer cómo se diseñan espacios que fomenten un juego espontáneo, equilibrado y enriquecedor, potenciando el aprendizaje natural y significativo en la infancia.

Botín Maruja y su nido de colores.
Botín Maruja y su nido de colores.

Además, estos días comienzan las actividades organizadas en colaboración con El Capricho de Gaudí, un programa especial -impulsado con motivo del 140 aniversario de El Capricho- que se extenderá hasta final de año. La primera de ellas, la visita ‘De Gaudí a Renzo Piano’, está prevista todos los fines de semana de junio, a las 12:00 horas, los sábados en el Centro Botín y los domingos en El Capricho, y consiste en conectar dos referentes culturales de Cantabria, el Capricho de Gaudí y el Centro Botín.

Sonido del siglo XX

El cuarteto Fin du Temps ofrecerá el próximo día 2 de junio, a las 20.00 horas, el último concierto del ciclo ‘Música clásica’ antes de su pausa veraniega. En esta ocasión, interpretarán dos obras esenciales del siglo XX: Cuarteto para el fin de los tiempos, de Olivier Messiaen, y Quatrain II, de Toru Takemitsu. La primera, compuesta en 1941 en un campo de prisioneros bajo condiciones extremas, destaca por su profunda carga espiritual y mística.

La segunda, fechada en 1977, utiliza los mismos instrumentos, pero con una estética diferente, basada en el silencio y las texturas sonoras. Los músicos José Luis Estellés (clarinete), Aitzol Iturriagagoitia (violín), David Apellániz (violonchelo) y Alberto Rosado (piano) ofrecerán una interpretación que promete ser intensa y emotiva, y cuya grabación ha conseguido los máximos galardones en la prensa especializada.

Por último, el día 3 de junio a las 11.30 horas y exclusivamente para Amigos del Centro Botín, tendrá lugar una nueva sesión del ciclo ‘Entre Amigos’, que en esta ocasión ofrece un encuentro cercano y relajado para compartir conversaciones sobre música y experiencias personales con Paula Sumillera, destacada directora de orquesta y coro cántabra.

Acompañados de un café, esta propuesta se desarrolla el primer martes de cada mes y consiste en invitar a expertos que nos recomendarán libros, hablarán de películas o comentarán cómo comenzaron en el mundo de la música, además de las experiencias surgidas a raíz de ello.

Muestra

El Centro Botín inaugura Enredos II: Nuno da Luz, el segundo capítulo del programa expositivo (Enredos) con el que invita a artistas que han disfrutado de una Beca de Arte de la Fundación Botín –y que se encuentran en el ecuador de su carrera- a vincularse de nuevo con la colección, los espacios, equipos y públicos del centro de arte de la Fundación Botín en Santander. Abierta al público desde mañana, día 31 de mayo, hasta el 19 de octubre de 2025, esta exposición convierte al edificio diseñado por el premio Pritzer Renzo Piano en un cuerpo acústico reverberante, en el que las obras de Nuno conviven con una selección de obras de la colección de la Fundación Botín.

Inauguración de la muestra
Inauguración de la muestra Enredos II.

Así, el artista amplía las frecuencias resonantes de las olas, las corrientes y los vientos que se sienten en la bahía de Santander entrelazándolas con las propias oscilaciones del edificio del Centro Botín y las obras de Javier Arce, Katinka Bock, June Crespo & Madi Barber, Tacita Dean, Eva Fàbregas, Asier Mendizabal, Damián Ortega y Jorge Satorre.

La obra de Nuno da Luz (Lisboa, 1984) puede definirse como “arte ambiental” que, además de dedicarse a procesos ambientales - como el tiempo meteorológico, las mareas, el viento o el cambio climático-, traduce las intensidades, ritmos y patrones de estos fenómenos en sonidos que trasforman los espacios y la arquitectura. Este proyecto surge del interés de Nuno por las fuentes sonoras del entorno y su potencial de transformación vibracional, que involucra a todos los cuerpos, ya sean humanos, no humanos, orgánicos o artificiales, por medio de la “resonancia simpática”.

La exposición presentará dos nuevas instalaciones sonoras del artista, producidas por la Fundación Botín, en las cuales continúa explorando sobre el sonido como un medio para revelar la arquitectura, como una entidad dinámica y resonante, al igual que sucede con el edificio del Centro Botín que, sostenido por pilares, tiene cierta elasticidad y vibra de maneras perceptibles e imperceptibles. En estas nuevas obras, el sonido es también una fuerza que permite traer las condiciones atmosféricas de la bahía de Santander al interior de la sala expositiva.

Bay of Santander Sonic Disposal Service (servicio de eliminación sónica de la bahía de Santander) convierte los datos ambientales del entorno inmediato del edificio en sonido y vibraciones a través de las paredes de la sala expositiva. Estos datos, proporcionados por el Centro Oceanográfico de Santander (Instituto Español de Oceanografía, IEO-CSIC), incluyen la actividad de las olas, las corrientes, el viento y la temperatura del agua y del aire en aguas oceánicas frente a Santander, obtenidos por la boya Augusto González de Linares fondeada a 2.840 metros de profundidad. Al mismo tiempo, amplifican las propias vibraciones del edificio, extendiendo e intensificando sus energías intrínsecas.

Collected Airs (Aires recogidos), producida por la Fundación Botín con el generoso apoyo de la Embajada de Portugal en España, reúne distintas improvisaciones de artistas y músicos del contexto portugués que forman parte esencial de la obra. Esta colaboración se enmarca dentro del programa cultural conjunto “Portugal-España: 50 años de Cultura y Democracia”, en el que participan los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura de ambos países, así como otras instituciones como el Instituto Camões y el Gepac.

Para esta nueva instalación sonora, Nuno ha creado un conjunto de unidades de reverberación (grandes placas de acero suspendidas, equipadas con un transductor que convierte las señales de audio en vibración física).

Aunque tradicionalmente este instrumento se utiliza en el estudio de grabación para añadir profundidad espacial a las grabaciones, Da Luz re-imagina esta unidad de reverberación como un instrumento, una presencia escultórica que interactúa con su entorno y funciona como una especie de cronómetro.

Además, Nuno ha invitado a distintos intérpretes de la escena musical portuguesa a improvisar y tocar con cada unidad de reverberación, siendo el músico Pedro Alves Sousa el que ha activado la primera de ellas. Así, la actuación de cada músico se graba y se reproduce a través de la placa que se le ha asignado en el espacio expositivo. Las placas no solo transmiten estas actuaciones, sino que también resuenan con una transmisión en directo de sonidos ambientales procedentes del exterior del Centro Botín. De este modo, cada placa sirve no sólo como registro musical, sino también como marca de tiempo, preservando las huellas de un momento concreto: su tiempo cambiante y los acontecimientos impredecibles que lo componen.

“Quiero traer al espacio muchas vibraciones diferentes que se producen en el exterior, ya sea en el aire o en el agua, filtrándolas o haciéndolas resonar por medio de las paredes del edificio, con transductores ocultos y no tan ocultos”, afirma el artista, “así, el edificio empieza a parecerse a lo que ocurre en el exterior, pero a diferentes escalas”.

Por su parte, Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, y comisaria de esta muestra junto a Da Luz, asegura que “ha sido maravilloso acompañar a Nuno en este proceso de redescubrimiento de las obras de la colección, y del propio edificio, a través de su sensibilidad hacia lo acústico y lo ambiental. En lugar de privilegiar el encuentro visual con el arte, Nuno propone un encuentro afectivo que conecta la colección, con el edificio y el entorno natural que le rodea, a través de distintas frecuencias de resonancia”.

La exposición está acompañada de un catálogo, coeditado con Mousse Publishing e ilustrado con imágenes de la exposición y con fotografías del entorno del Centro Botín que fueron realizadas por Nuno mientras grababa el sonido ambiental. El libro comienza con un ensayo de la historiadora del sonido y profesora en la Universidad de Oxford, Gascia Ouzounian, que articula la práctica ecológica y ambiental de Nuno y cómo a través de su obra las energías de un entorno modulan otro, revelando la interconexión de lugares aparentemente distintos.

También cuenta con un texto de Alejandro Alonso Díaz, comisario y director de fluent, una organización sin ánimo de lucro dedicada al arte contemporáneo y localizada en Santander, el cual describe de una manera muy poética los distintos sonidos de la bahía, los tintineos de los mástiles, el grito de las gaviotas, el rugido de un buque o el silencio de las algas, a la vez que recalca la capacidad del sonido para implicarnos a los unos con los otros, y con todo lo que nos rodea.

La publicación se completa con una entrevista al artista realizada por Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, y comisaria de esta muestra junto al artista, que articula la relación entre las nuevas obras producidas para la exposición y las obras de la colección de la Fundación Botín como una resonancia “en simpatía”, y finaliza con unas notas de Nuno sobre el programa de improvisaciones libres de artistas del contexto portugués, que tendrán lugar en la sala expositiva puntualmente durante los meses que esté abierta la muestra

Recorrido en sala

Para describir la relación entre sus obras y las de la colección, Nuno habla de una “resonancia por simpatía”, es decir, el fenómeno por el que un objeto inerte vibra en respuesta a una fuente vibratoria cercana, que tiene una frecuencia armónica similar. Así, el recorrido de esta exposición comienza con Unitled, 2021, de Damián Ortega.

Siete máscaras escultóricas realizadas con objetos y materiales cotidianos, tortas de maíz o yute, durante la pandemia y como respuesta catártica a la situación. Las máscaras, a lo largo de la historia, han desempeñado un papel crucial en el estudio y compresión de la naturaleza humana y nuestra relación con lo no humano. Para Nuno, estas máscaras tienen el potencial de la metamorfosis, lo que nos permite pensar en la reciprocidad con otros seres.

Para Signals, Calls and Marches (Señales, llamadas y marchas), 2006, Asier Mendizabal ofreció a un batería, en lugar de una partitura, un ensayo escrito por él que indaga en la historia de diferentes movimientos musicales (free jazz, música punk), junto a una descripción del Poblado Aristrain, un barrio vasco construido en los años 60 para las familias de los trabajadores de las fábricas.

En esta obra de Asier, realizada con la beca de la Fundación Botín, el sonido prolongado del redoble de tambor, que recuerda a la música militar, convive con imágenes del pueblo. Nuno expuso esta pieza de Asier en 2009, en la que había sido hasta ahora su única experiencia de comisariado. Para Nuno, el hilo conductor que Mendizabal establece entre el Free Jazz y la propia deuda del punk con la estética militar, es clave para entender una historia subterránea que conecta ambos lados del océano, una historia que habla del poder institucional y los movimientos de resistencia al mismo.

En este espacio también se encuentra Feuilles de temperaturas, 2019, de Katinka Bock, una serie de hojas de cobre suspendidas del techo que eran originalmente las tejas de la cúpula del edificio Anzeiger Hochhaus, construido en los años 20 en Hannover. Bock las recuperó después de que fueran desechadas durante unas obras de renovación. Cubiertas de pátina verde, han estado expuestas a la intemperie durante casi 100 años, como un elemento arquitectónico y antes de ser remodeladas por Bock. Para Nuno, a pesar de ser aparentemente inertes, están llenas de historias, de vida y de ruidos. 

Haciendo un guiño a la exposición Enredos I: Eva Fábregas, Nuno ha integrado en la muestra la pieza Oozing 3, 2023, de Fábregas, una escultura de hinchables enredados cuya piel resiste la presión producida por el aire que contiene en su interior. De este modo, la energía del aire que se ha bombeado en el interior de la escultura genera formas orgánicas y viscerales que, en relación con las obras sonoras de Nuno, materializan el efecto físico de determinadas longitudes de onda de sonido en nuestro cuerpo y nuestros intestinos, se sabe que las ondas de baja frecuencia provocan mareos en algunas personas, y aluden a cómo podrían interactuar sónicamente con los billones de bacterias que componen nuestra flora intestinal.

Oozing 3 se presenta junto a Core, 2023, de June Crespo & Maddi Barber, un vídeo que documenta los diferentes estados por los que pasa el material: piedra, polvo, líquido y sólido; en él, unas manos que recorren y manipulan unas esculturas de cemento conviven con el proceso de extracción y transformación de piedras en una cantera.

La muestra continua con una seria de pinturas de Javier Arce, Sobre lo cercano, 2022, localizadas geográfica y temáticamente en una cabaña de pastores en las montañas de Cantabria, donde vive. En ellas, la naturaleza no siempre aparece como un espacio de familiaridad, sino como un personaje más, a veces aliado y a veces esquivo, cambiante y difuso. Como en la práctica de Nuno, Arce no es observador externo que contempla esta naturaleza desde un punto de vista o perspectiva, situado fuera del marco, sino que está implicado activa y sensorialmente en ese espacio natural.

Las pinturas están acompañadas de dos moldes de dos árboles, o cortezas artificiales, hechas de cola y serrín, que representan el borde exterior de un árbol centenario y de otro, situado en su jardín, que aparentemente ya no estaba vivo. En el mismo espacio, la instalación escultórica de Jorge Satorre, Encuentro formal en el jardín, 2016, revisa el archivo del caricaturista Miguel Covarrubias, depositado en la casa del arquitecto Luis Barragán.

Jorge seleccionó una parte del archivo dedicado a bocetos de manos y pies, junto con objetos funcionales como jarrones y vasijas, para realizar 105 objetos en barro cocido, convirtiéndolos en volúmenes. La relación de Satorre con la arqueología, en cuanto a intentar dar sentido a fragmentos y restos mediante la especulación y la hipótesis, se relaciona con el sonido como un registro que puede ser también arqueológico, aunque mucho más esquivo.

Desde que era estudiante de arte, Nuno ha estado fascinado por los dibujos sobre pizarra de Tacita Dean. Los dos paneles que forman The Wet Prayer se crearon en 2013, en Santander, cuando Tacita expuso sus obras en la Fundación Botín. Acompañados de los sonidos del mar cantábrico emitidos por las membranas de Nuno, estas obras aparentemente silenciosas y delicadas, “rugen con más fuerza que la mayoría de las representaciones de olas oceánicas que conozco. Y llevo varios años grabando obsesivamente el sonido del oleaje oceánico. Sólo puedo esperar que seamos todo oídos y escuchemos con atención su inquieto e incesante rugido”, asegura Nuno da Luz.

Sobre Nuno da Luz

Nuno da Luz (Portugal, 1984) es artista sonoro, editor e investigador; su obra se circunscribe a lo auditivo y visual en forma de instalaciones, performances y material impreso. Su práctica artística, basada en la escucha atenta como metodología ecoconsciente, oscila entre las ecologías y pedagogías de lo ruidoso y la elaboración de libros a través del colectivo editorial Atlas (Lisboa). Entre sus proyectos más recientes, destacan la muestra individual Airs en la Galeria Vera Cortês (Lisboa, 2024); la colectiva Feral Ballads en Cité internationale des arts (París, 2024); el monográfico Poetry as an echological survival (Lisboa/Oporto: Sistema Solar/UCPress, 2022) y el LP Beasts of Gravity, en colaboración con Joana Escoval (Londres: The Vinyl Factory, 2019).