Machismo musical

Esto se está poniendo tan feo en el Ministerio de Igualdad que ya tengo miedo que llegue hasta el panorama musical por cómo está el patio y Serapio se ha olvidado de cortar el césped por los hierbajos que han crecido en los matorrales de al lado.

La estigmatización que está sufriendo el hombre en todo su esplendor está siendo provocada por una campaña mediática de rechazo y discriminación en positivo para que te creas que lo que dicen en el gobierno es la verdad suprema, porque se lo han escuchado a Jesús predicando en el monte Sinaí, pero no te han contado que son ateos y que nunca creyeron en sus emblemas y dichas.

Esto es tan preocupante que nadie se ha parado a pensar que se está vendiendo a los hombres como animales para pasar por el matadero y con suerte, si me apuras, puede que haya alguno al que se le indulte por no haber sacado el pie del tiesto.

Bienvenidos al mundo de la Montere, donde presuntamente está dejando en evidencia que los hombres son malos por naturaleza y que las mujeres somos las débiles a las que nos deben cuidar, proteger y no sacarnos de la urna de cristal porque estamos en peligro, ante una manada de lobos donde tú eres la oveja y aún no te has enterado, por lo que o piensas como las feministas o eres una machista en potencia.

Pero a la menda le da por pensar y mucho, es lo que tiene cuando una es un culo inquieto, quiere saber y habla más de la cuenta por lo que mete la pata tantas veces como aciertos tiene en la vida, y el otro día caminando caí en la cuenta de que crecí con la música de los 80 y los 90 y que como a esta señora se le ponga en mundo por montera, mira como su apellido, casi acierto, me va a censurar a muchos grupos de entonces por connotación sexual contra las mujeres y con pena de cárcel tipificada por una nueva ley que se aprobará en el congreso próximamente como : “Ley de música violadora de la especie femenina”.

Yo, que he sido fiel a grupos como Barricada, Los Ronaldos, con Coque Malla a la cabeza, Ilegales, Rosendo y Siniestro Total creo que ahora mismo, según el panorama de igualdad y lo que me quiere hacer creer para que no me cataloguen como la tontita que no sabe pensar y valorarse según sus dogmas de fe, presuntamente, es que son unos maltratadores en potencia y que lo tenían oculto en sus letras para que no se descubriese que en verdad eran unos depredadores sexuales y aún no los han cogido para meterlos presos en Carabanchel, porque saben que si entran fundan unos grupos musicales nuevos con los presos que allí se encuentren y eso puede ser una rebelión en toda regla, que ríete tú de los motines en las cárceles de México y Venezuela.

Estrofas como: Agarrar tus tetas sin avisar (Barricada); Pegarte y luego violarte hasta que digas (Los Ronaldos) ;Sin dejar de ser la seductora bruja que escondía bajo la falda una calculadora (Sabina); Esa chica es mía (Sergio Dalma) y así un largo etcétera que se me ponen los pelos de punta al ver que me voy a quedar sin discografía en breve porque los de la Interpol o los Grises pueden venir a requisarme en breve por haberlos resucitado de la dictadura Franquista , me da tanto miedo que de poco no me  descargo las canciones en Spotify por pánico a un registro en la calle con cárcel de por medio y sin abogado defensor aunque sea de oficio, que son tan válidos como los trajeados en despachos de los Ortiz de Zárate, si es que existen, con todos mis respetos.

Tengo tanto pavor a que una feminista me hable de cultura musical que como se dé el caso salgo huyendo calle abajo cantando la Internacional y con la estrofa de Siniestro total, Cuanta puta y yo que viejo, porque me van a dar hasta arcadas de escuchar hasta que un helado pirulo tropical tiene un símbolo fálico y debe ser confiscado por la policía nacional por hacer apología del consolador de mano mientras escucho algunas de estas letras.

Me enamoré de mi marido escuchando Okupación, con el Drogas haciendo los coros en Barricada, y tuvimos el lujo de conocer a uno de sus componentes, Alfredo Piedrafita, hace años en Bilbao y explicarle que nos enamoramos con sus canciones. Desde entonces creo que es un músico huido por la justicia feminista del país con residencia en Brasil por haberla compuesto.

Él, mi marido, fue el responsable de mi fidelidad a este grupo durante los años hasta la actualidad y desde que leo lo que leo y veo lo que veo le estoy mirando mal y me estoy cuestionando si lo que ha querido conseguir a lo largo de los años, por haberme introducido en sus gustos musicales perversos y machistas al parecer, era convertirme en la concubina del diablo con sede electoral en el Averno y con más ganas de hacer elecciones infernales para ver si con una moción de censura con los ángeles caídos lograba quitarlo del puesto al diablo rojo perseguido por la ley de Franco, por sus orígenes comunistas, que ya es hora de que gobierne una mujer y cambie los colores bermellones por los morados en favor del colectivo feminista en acción, que ya tienen  ganas de entrar en campaña y se han puesto manos a la obra para no perder la batalla. ¡Venga, no me fastidies!

¿Estamos locos o qué nos pasa? Pues no se vayan muy lejos que esto sucederá según veo el campo en donde todo es orégano, según la ministra, y se han olvidado de que hay trigo, avena y hasta estiércol. Ya no ven más allá que de sus propias narices, creciendo como la de Pinocho mientras te hacen creer que lo que ellas hacen y dicen es la verdad suprema y en su lenguaje no verbal se la tocan para que veas e intuyas que mienten a conciencia.

Si esto no les da miedo, al tiempo, porque la censura vuelve con más fuerza que Ulises pescando sirenas y con más poder destructor que Putin arrasando Berlín porque un tanque ha cruzado la frontera. ¿Que soy exagerada?, puede, es mi carácter forjado a lo largo de los años con cincel y piedra en mano. Algún día me darán la razón y estaré desde las gradas borrando mi lista de reproducción musical, al tiempo, y escuchando a la Bandini sobre no sé qué de unas tetas. Ahí las tienen, con himno propio y yo respetando su elección porque para eso está la libertad de acción, pero la mía será perseguida porque es apología del machismo extremista.

Es increíble que este tipo de mujeres te impongan que si no piensas como ellas es porque eres idiota y te han comido la cabeza. Hasta ese punto hemos llegado, señores, a que me anulen como mujer porque me gusta un tío y desde ahora, Dios no lo quiera, quizás me impongan que para ser plenamente feliz debo acostarme con mujeres, tanto si me gustan como si no, respetando a todo el colectivo LGTBI porque son maravillosos, han luchado por sus derechos como jabatos y tienen todos mis respetos, pero así me siento y me horroriza en exceso.

Yo que he tenido más orgasmos escuchando un verso de Sabina en sus canciones que con una mano estimulando el clítoris, me veo en que me van a borrar de un plumazo mis gustos por una industria que adoro y que todos necesitamos, por lo que tiemble Valderrama en la tumba porque sus canciones van a ser tiro al pato y no tardando, cuanto si más la copla española por hacer apología de un machismos exacerbado.

¿Utopía esto que estoy diciendo? ¿Desfachatez? ¿Falta de criterio y argumentación? Ya les digo yo a ustedes que no y que esto va a seguir como una persecución de brujas hasta que desaparezcan todas las canciones que no sean del gusto de un ministerio de desigualdad, que chupa de los contribuyentes, que no hace nada más que joder el percal, perdonen la expresión, y con más ganas de quitarnos las faldas, las camisas con transparencias y los abanicos de mano por su simbología de una mujer sodomizada por un sistema patriarcal del que poco se puede desear.

Les aseguro que soy la pitonisa Lola en estos momentos y que esto no tardará en suceder, porque la censura ha vuelto con nombre de mujer, con dominio pleno de sus facultades para hacerte obedecer ante un matriarcado que parecía estar oculto en las faldas de un torero y con muletilla para clavarla en donde fuera menester si con ello logran su objetivo con empeño.

Lo dicho, conmigo no cuenten para estas cagadas, que ya huelen las letrinas desde bien lejos y deberán utilizar lejía y estropajo para limpiarlas y aun así no se irá el rastro. Estamos ante un sistema sin sentido y nadie hace nada para que logremos avanzar sin destruir lo que un día fue nuestro.

El mundo es de las mujeres, cuidado porque desaparecerá el resto. Ostracismo masculino, lo denominan ahora, creo.