El juicio contra el acusado de prender intencionadamente fuego a un local comercial de su propiedad en Santoña será el lunes
La pena solicitada por el Ministerio Fiscal asciende a 11 años de prisión por el delito de incendio y tres años de cárcel por el de lesiones, así como el pago de una indemnización de 183.600 euros
El juicio contra el acusado de prender intencionadamente fuego en un local comercial de su propiedad en un bajo de un edificio de cinco alturas en la calle Baldomero Villegas, en Santoña, será el lunes, día 5 de mayo, a las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, “movido por el resentimiento hacia sus vecinos y con pleno desprecio hacia sus vidas e integridades físicas”, el acusado “utilizó una llama viva para prender intencionadamente fuego a un local comercial doble del que era copropietario”.
Actuó de madrugada y “a sabiendas de que las llamas se extenderían de forma incontrolada a todo el edificio, que no contaba con sistemas de alarma antiincendio, aceptando cualquier resultado por ser plenamente consciente del importante riesgo que así generaba”. Acto seguido, echó a correr y abandonó la localidad de Santoña en un vehículo.
En ese momento, pasó por la calle un hombre conduciendo su coche con las ventanillas bajadas “que se vio sorprendido por una deflagración que se produjo en el local en llamas, reventando los cristales del bajo comercial y alcanzándole la onda expansiva”.
Este transeúnte, quien quedó “parcialmente aturdido y con dificultades de audición”, “al ver que las llamas se extendían en cuestión de segundos por la fachada del edificio, reaccionó rápidamente y comenzó a dar gritos para despertar a los vecinos”. Además, les avisó a través de los telefonillos de las viviendas para que abandonaran el edificio.
También fue la persona que comunicó los hechos a la Guardia Civil, que acto seguido activó el protocolo de emergencias y avisó a los bomberos que llegaron a los pocos minutos.
Plantas superiores
La Fiscalía señala que “pese al rápido aviso y a la pronta acción de los Bomberos, las llamas envolvieron la fachada del edificio”, lo que afectó a las plantas superiores al local y provocó la caída de revestimientos y la combustión del balcón del primer piso.
El fuego no llegó a entrar en el interior de las viviendas, “pero el horizonte de humo abarcó toda la altura del edificio”, generando la acción del acusado “un evidente peligro” que obligó a desalojar a la treintena de vecinos.
También, se vieron afectados tres vehículos que estaban aparcados frente al bajo comercial incendiado.
Los hechos, ocurridos en octubre de 2021, constituyen, a juicio de la fiscalía, un delito de incendio con peligro para las personas y un delito de lesiones con instrumento peligroso, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de la responsabilidad penal de anomalía psíquica, pues el acusado padecía un trastorno de personalidad con alteración de comportamiento que afectaba levemente su capacidad volitiva, pero no así la intelectiva.
La pena solicitada por el Ministerio Fiscal asciende a once años de prisión por el delito de incendio y tres años de cárcel por el de lesiones, así como el pago de una indemnización total de 183.600 euros: 146.300 euros para las dos comunidades de propietarios afectadas, 11.700 euros para reparar los desperfectos en viviendas, 8.200 euros para sufragar los daños en vehículos, y 17.400 euros para el transeúnte, por lesiones que sufrió en la cara y por la pérdida de audición y espasmo en un ojo que actualmente padece.
Está previsto que el juicio se desarrolle en cuatro jornadas que comenzará a las 10.00 de la mañana con el siguiente cronograma: el lunes, 5 de mayo, declaración del acusado y de diez testigos; el martes, 6 de mayo, acudirán 12 testigos; el miércoles, 7 de mayo, la presencia de los peritos de criminalística, tasadores y médicos forenses, así como la prueba documental, y el jueves, 8 de mayo, tocarán los informes y última palabra.