El Astillero ofrece una Navidad con deporte, conciertos, Operación Kilo, Uvas Australianas, Concurso Fotográfico de Mascotas, Papá Noel y la Cabalgata de los Reyes Magos
El Ayuntamiento organiza una programación para apostar por la convivencia y la cercanía
El Astillero ofrece una Navidad con deporte, conciertos, Operación Kilo, Unas Australianas, Concurso Fotográfico de Mascotas, Papá Noel y la Cabalgata de los Reyes Magos, una programación organizada por el Ayuntamiento para apostar por la convivencia y la cercanía.
Entre las propuestas más comentadas de los últimos días está el pasadizo navideño de La Cantábrica, definido por muchos como uno de los rincones más mágicos de estas fiestas. Un espacio sencillo, pero cargado de imaginación, que ha hecho las delicias de los más pequeños y ha devuelto a muchos adultos a la infancia, según el Ayuntamiento.
La vertiente solidaria ha sido otra de las grandes protagonistas durante estos días. La Gala Solidaria impulsada por Kiny Kinientos llenó la Sala Bretón y logró una importante recaudación destinada al colectivo La Fondona, demostrando que en Astillero la solidaridad también forma parte del programa navideño, indican desde el Consistorio.
En esa misma línea se enmarca el homenaje a los vecinos que cumplen 80 años, un acto que puso en valor a quienes han construido la historia del municipio y que hoy siguen siendo parte activa de su vida social.
De hecho, la concejala de Familias e Infancia, Ana Cañas, destacó en uno de estos encuentros que “la Navidad es una oportunidad para educar en valores, para compartir y para recordar que nadie debe quedarse fuera en estas fechas”.
Lo mejor, aún por venir
Con ese ambiente ya creado, El Astillero se prepara ahora para vivir los días más intensos de la Navidad. En las próximas jornadas, la música volverá a sonar en las calles con nuevos conciertos navideños, mientras que la Operación Kilo reforzará el espíritu solidario del municipio.
El concierto de Navidad está programado para mañana, viernes, día 19, en la iglesia de San José, mientras que el mercado infantil navideño, con la visita de Papá Noel a las 17.30, será el domingo, día 21 de diciembre, en el pabellón de La Cantábrica, en horario de 16.00 a 20.00 horas. Los peques podrán vender juguetes, ropa o cualquier otra cosa y disfrutar de una tarde diferente. Y para completar la tarde, a las 19.30, se ofrecerá el chocolate.
También está prevista la Santa Quedada ciclista, con vecinos recorriendo el pueblo vestidos de rojo, o el Parque Infantil de la Navidad, prometen llenar de actividad y risas las tardes festivas.
La programación también reserva espacio para disfrutar entre vecinos, como la Tardebuena en la Plaza del Mercado, pensada para compartir música y buen ambiente el día 24, o iniciativas más desenfadadas como el Concurso de Jerseys Navideños, donde la creatividad y el humor tendrán su momento.
El deporte no se queda atrás. La clásica San Silvestre volverá a recordar que cuidar la salud también forma parte de estas fechas, mientras que el Torneo Navideño de Futsal llenará de competición las pistas municipales.
Los días 2, 3 y 4 de enero de 2025, el pabellón Ángel Fernández se convertirá en el epicentro del deporte juvenil con la celebración de la cuarta edición del Torneo de Fútbol Sala de Navidad, una competición dirigida a jóvenes de 12 a 26 años que ya se ha consolidado como una cita imprescindible dentro del calendario navideño del municipio.
Como en ediciones anteriores, el torneo estará dividido en tres categorías por edad, lo que permite una competición equilibrada y muy participativa. La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de Astillero, mantiene su apuesta por el acceso libre a la actividad, por lo que la inscripción será gratuita para equipos formados por entre cinco y nueve jugadores.
Los encuentros se disputarán en horario de mañana y tarde, en un ambiente deportivo y festivo que cada año atrae a más participantes y público. Los equipos campeones y subcampeones de cada categoría serán reconocidos con premios en consumibles para utilizar en establecimientos del municipio, reforzando así el apoyo al comercio local.
“El torneo se ha consolidado como un espacio donde nuestros jóvenes pueden disfrutar del deporte, la convivencia y el espíritu navideño”, señaló el concejal de Juventud, Mario Herrera. Además, destacó que la última edición volvió a batir récords: “la participación del año pasado demostró una vez más la ilusión con la que los jóvenes esperan este evento. Cada año crece y queremos que esta edición sea aún más especial”.
Estas Navidades, las mascotas se convierten en protagonistas gracias al concurso fotográfico ‘Navidad con Huellas’, una propuesta pensada para que las familias del municipio inmortalicen momentos divertidos, entrañables y festivos junto a sus animales de compañía.
La participación es muy sencilla: cada persona podrá enviar una fotografía de su mascota con clara temática navideña a través del formulario disponible en el siguiente enlace https://forms.gle/28UJDW3r2EYqozuNA.
Las imágenes deberán enviarse en formato JPG, JPEG o PNG, con un peso máximo de 100 MB y siempre respetando el bienestar animal. Se podrán presentar tanto personas adultas como menores con autorización, y la mascota deberá ser propia o contar con permiso de su propietario.
El plazo para enviar las imágenes permanecerá abierto hasta el 25 de diciembre de 2025. Las mejores fotos serán seleccionadas por el jurado y optarán a: hasta 50 euros en productos para mascotas.
Sobre esta iniciativa, el concejal de Bienestar Animal, Óscar Osorio, ha subrayado el espíritu del certamen: “la Navidad es una época para compartir y disfrutar en familia, y eso incluye también a nuestras mascotas. Con ‘Navidad con Huellas’ queremos animar a los vecinos a mostrar ese vínculo especial y, al mismo tiempo, seguir difundiendo el mensaje del cuidado responsable y el respeto hacia los animales”, ha señalado.
De esta manera, ‘Navidad con Huellas’ se presenta como una oportunidad para llenar de espíritu navideño los hogares de Astillero, dar visibilidad al cariño hacia las mascotas y compartir, a través de la fotografía, todo lo que aportan a la vida diaria de sus familias.
Asti y Nizo
Este diciembre, algo muy especial está ocurriendo en las localidades de Astillero y Guarnizo. Dos pequeños elfos traviesos, Asti y Nizo, aterrizarán con una misión secreta: esconder un regalo cada día, del 1 al 24 de diciembre, para que los pequeños del pueblo vivan un mes lleno de magia, pistas y aventuras.
Según cuentan ellos mismos (entre susurros y muchas risas), son los guardianes de la ilusión navideña de Astillero y de Guarnizo. Y han elegido estos nombres porque “así nunca olvidarán dónde viven los niños más valientes que buscan tesoros”.
Para las familias, la iniciativa es sencilla y divertida; para los pequeños, una auténtica historia de Navidad que se desarrolla en las calles donde juegan cada día.
Cada tarde, los elfos tomarán las redes sociales del Ayuntamiento para dejar una pista del escondite del día. Una sola pista… pero suficiente para que los pequeños aventureros empiecen a investigar. Podrá ser un parque, una esquina conocida, una escultura o un rincón especial del municipio.
El primer niño que lo encuentre se llevará el premio del día. “Queremos ver a los niños mirando su pueblo con ojos de exploradores”, susurran Asti y Nizo mientras esconden las cajas mágicas.
Para los padres, esta iniciativa es una forma de disfrutar juntos de un paseo diario, resolver pistas, jugar al aire libre y sumarse al espíritu navideño sin pantallas ni prisas.
Para los niños, cada día será una misión: un mapa imaginario, un enigma por descifrar y un premio esperando en algún lugar del pueblo. Así, hay 24 días con 24 regalos, escondidos por Asti y Nizo, que incluyen pistas diarias en las redes del Ayuntamiento.
Los elfos prometen que no habrá dos escondites iguales y que algunos días “las pistas serán tan fáciles como un abrazo… y otras tan misteriosas como un calcetín sin pareja”.
Asti y Nizo ya están en marcha. Las familias, preparando sus abrigos. Y el municipio entero, a punto de convertirse en el mapa del tesoro más grande que han visto nunca.
Y, como manda la tradición, el año se despedirá con las Uvas Australianas, una cita que congrega a cientos de vecinos y visitantes para dar la bienvenida al nuevo año en comunidad, antes de que la Cabalgata de Reyes ponga el broche final a unas semanas intensas y muy vividas.
La programación navideña también ha servido para reforzar una idea que se repite año tras año en Astillero: la Navidad no es solo una sucesión de eventos, sino una herramienta para fortalecer la vida comunitaria. Desde las propuestas solidarias hasta las actividades más lúdicas, todas comparten un mismo hilo conductor: crear momentos que se viven juntos, inciden desde el Ayuntamiento.
“La implicación del tejido asociativo, de colectivos culturales y deportivos, así como de familias y voluntarios, ha permitido que muchas de estas iniciativas trasciendan lo puramente institucional y se conviertan en celebraciones sentidas, reconocibles y cercanas”, destacan.
Valoración
Es por ello que hay Navidades que se miran y otras que se viven, remarcan desde la Corporación municipal. “En El Astillero, este diciembre, la sensación es clara: la Navidad no se queda en el calendario, sino que se ha echado a la calle, ha ocupado plazas, parques y pabellones, y se ha convertido en un punto de encuentro para familias, mayores, niños y vecinos de todas las edades”, declaran.
Aunque el ambiente navideño empezó a notarse a principios de mes, es ahora, a las puertas de las vacaciones escolares y laborales, cuando el municipio entra de lleno en las fechas más esperadas. Y lo hace tras unas primeras semanas que ya han dejado imágenes de éxito, participación y emoción.
El encendido navideño fue el primer gran termómetro. Este año, El Astillero apostó por algo más que iluminar calles: quiso llenar de luz cada rincón del municipio, con especial protagonismo del parque de La Cantábrica, convertido en uno de los espacios más fotografiados de estas Navidades.
A ese encendido se sumaron los centros cívicos y distintos espacios municipales, reforzando la idea de una Navidad cercana, repartida y pensada para que nadie se quede al margen. Desde entonces, la luz se ha convertido en hilo conductor de una programación que ha ido creciendo semana a semana.
“Más allá de los grandes eventos, hay algo que se repite en las conversaciones de vecinos y visitantes: la sensación de que esta Navidad se está viviendo con calma, sin prisas y con tiempo para detenerse. Pasear por el municipio estos días implica encontrarse con familias que alargan la tarde, abuelos que acompañan a sus nietos a una actividad más y grupos de amigos que aprovechan cualquier excusa para reencontrarse”
Ese ambiente pausado, casi de pueblo grande, se ha visto reforzado por la diversidad de propuestas, pensadas no sólo para consumir ocio, sino para compartirlo. Actividades que no duran unos minutos, sino que invitan a quedarse, a hablar, a mirar alrededor y a formar parte de lo que está ocurriendo, señalan desde el Consistorio.