La Orquesta The Hallé se estrena en el FIS con un Mahler excesivo
El Palacio de Festivales acogió su actuación con su actual director Kahchun Wong
FICHA:
-Festival Internacional de Santander. The Hallé Manchester’s Orchestra. Obras de Manuel de Falla, Igor Stravinsky y Gustav Mahler. Director: Kahchun Wong. Palacio de Festivales, Sala Argenta. Martes, día 5 de agosto de 2025.
Primera convocatoria del ciclo sinfónico de la actual edición del Festival Internacional de Santander (FIS) a cargo de la Orquesta de Manchester The Hallé. Con una interesante trayectoria desde su fundación en 1858 por el pianista y compositor británico Charles Hallé, tiene la sede en el Bridgewater Hall de la ciudad inglesa, ha estado muy ligada a directores de la talla de John Barbiroli, Hans Richter y, sobre todo, a sir Mark Elder. Ahora se estrena en el FIS aunque no en nuestro país, donde ya estuvieron el pasado año en Valencia, Alicante y Oviedo con su actual director Kahchun Wong.
Formada por músicos de nueva generación, jóvenes en su mayoría, tiene como nuevo director musical al singapurense Kahchun Wong, que a sus 39 años lleva una trayectoria brillante y es objeto de deseo de importantes orquestas europeas. Es un director meticuloso, al que se le nota los amplios conocimientos históricos y técnicos de las obras que dirige.
Esta solidez intelectual se aprecia en la forma de dirigir, de gesto expresivo, como ha hecho en su concierto en Santander, donde se hizo cargo de un programa exigente dirigiendo de memoria todo el concierto, excepto en ‘La danza ritual del fuego’ de Manuel de Falla, que sonó de forma algo ampulosa.
La orquesta tiene una sección de violines magnífica, de un sonido envolvente que destaca sobre el resto de la orquesta. Así se pudo apreciar en la interesante versión ofrecida de la suite de ‘El pájaro de fuego’ de Stravinsky, en su versión de 1919. Muy destacables los momentos más íntimos y líricos del ballet, manteniendo una atmósfera de misterio que irradia la propia obra, como en la nana del cuarto movimiento Berceuse y ya en el final, ejecutado en notable concertación.
Kahchun Wong es un estudioso y admirador de la obra de Gustav Mahler, y por esa razón incluyó en el programa nada menos que su primera sinfonía, ‘Titan’. El director singapurense domina la obra y apunta notables detalles, pero tal vez abusa del sonido de los metales que, por momentos, llegan a opacar el brillante sonido de las cuerdas.
Wong es un especialista en mantener la tensión en los momentos más íntimos, dejando a los violines en un pianísimo, casi inaudible, que consigue un silencio y atención del espectador como pocas veces se puede disfrutar. El inicio del primer movimiento “lento, pasante” y, sobre todo, el tercero “marcha fúnebre, solemne”, fueron ejemplos de un dominio absoluto, con la cuerda en tensión de mínimo volumen realmente destacable.
El problema viene con el exceso sonoro marcado por Wong de la sección de viento metal y percusión. Estamos ante una obra inmensa que requiere de contrastes melódicos que reflejen las emociones que Mahler sentía en su vivencia con la naturaleza. Esto se hizo notar tanto en el segundo movimiento “scherzo, agitato” como en el ultimo, con el gran final “agitato”. La ejecución fue precisa, pero las ocho trompas y la sección de trompetas llegaron a oscurecer el bello sonido de la cuerda, al margen de algún ligero desliz en ciertas notas, en especial a los cellos y a los cinco contrabajos.
Fue una buena versión que podría haber sido más interesante a poco que se hubiera controlado más el equilibrio sonoro entre las secciones. El brillante final fue premiado con calurosos aplausos del público que prácticamente llenaba la Sala Argenta del Palacio de Festivales.
A pesar del esfuerzo que requiere esta magna obra, aún nos regalaron de propina una de las ‘Variaciones Enigma’ de Elgar, la Nimrod, donde, ahora sí, la cuerda se pudo lucir en todo su esplendor. Se notaba que la orquesta estaba en su salsa con uno de los autores de cabecera de cualquier orquesta inglesa.