CRÍTICA

Una nueva versión de La Celestina que no emociona

Representación de La Celestina en Santander. Ángel Camarero

El Palacio de Festivales de Cantabria una representación de la obra de Fernando de Rojas

FICHA:

-Teatro: ‘La Celestina’. Novela original de Fernando de Rojas

-Nueva versión teatralizada de Eduardo Galán. Estreno nacional

-Intérpretes: Anabel Alonso, José Saiz, Claudia Taboada, Víctor Sainz, Beatriz Grimaldos y David Huertas.

-Dirección: Antonio Castro Guijosa

-Palacio de Festivales de Cantabria, Sala Pereda. Viernes, día 21 de abril de 2023

-Calificación (sobre 5): **

Es una de las novelas más versionada de la literatura española a pesar de la dificultad que entraña decir sus frases con el lenguaje tan espléndido que Fernando de Rojas imprimió a su obra. Y en esa maestría radica su constante atractivo para volver sobre una historia atemporal que atrae a nuevos públicos deseosos de admirar la ‘Tragicomedia de Calisto y Melibea’.

Ahora Eduardo Galán estrena en Santander una nueva versión teatral, ya hizo otra en 2012 con Gemma Cuervo como protagonista, y realmente no acabamos de comprender las razones para hacerlo. Una obra tan larga y de texto tan denso como ‘La Celestina’ requiere de mucha imaginación y trabajo quirúrgico-escénico para dejarla en menos de dos horas sin que se resienta en su naturaleza. Y creemos que en esta ocasión el resultado queda demasiado plano y sin emoción.

Planteada como un flash back donde ‘Pleberio’, padre de Melibea, un personaje que en la novela original carece de importancia, se lamenta del trágico final de su hija echando las culpas a la alcahueta y será ella quien le describa los hechos tal cual sucedieron. Con una escenografía fija diseñada por Mónica Teijeiro, con tan sólo un par de elementos móviles, será la base constante durante toda la obra, sustentado por una correcta iluminación de José Manuel Guerra.

La dirección escénica de Antonio Castro Guijosa es muy simple, con entradas y salidas de los actores de forma previsible y que aportan muy poco al desarrollo dramático.

Tampoco el reparto elegido ayuda a levantar el vuelo, bien es cierto que la presencia de Anabel Alonso como “Celestina” ayuda a llenar el teatro, es una buena actriz aunque su prestación de la “puta vieja alcahueta”, siendo correcta, no pasará a los anales de las grandes actrices que representaron este papel.

Dice bien su texto, con fraseo y entonación correcta aunque algo afónica y con ciertos “vicios” televisivos, pero no llega a emocionarnos, salvo en la escena de su muerte que sube bastantes enteros. Se le nota el trabajo realizado y el esfuerzo, pero no acaba de hacer suyo al personaje.

Del resto del reparto destacamos al ‘Sempronio’ de José Saiz, haciendo doblete como ‘Pleberio’, el mejor del conjunto, actor de buena presencia escénica y de buen fraseo y declamación vocal que hace subir el nivel general. Correcto el ‘Pármeno’ de David Huertas, al igual que Beatriz Grimaldos como 'Lucrecia'.

Impulsivo

Flojos los dos protagonistas enamorados, Víctor Sainz como ‘Calisto’, demasiado impulsivo y algo sobreactuado, y Claudia Taboada como ‘Melibea’, algo más entonada que su compañero aunque le faltó más fuerza dramática en su escena del suicidio. Son personajes que requieren de mucha garra para dar auténtica credibilidad a sus dramáticos destinos.

Una nueva versión, otra más, que no despierta grandes pasiones y que juega con la verdadera fuerza de una obra que perdurará por los siglos.