¿Qué hace un agitador folclórico como Rodrigo Cuevas en un lugar como el FIS?
La búsqueda de nuevos públicos con novedosos programas, requiere de “abrir ventanas” a los nuevos estilos artísticos
Cuando hace ahora un año se publicó en este medio una entrevista a Cosme Marina como nuevo director del Festival Internacional de Santander (FIS), dejó un titular que era toda una declaración de intenciones: “me gustaría que el FIS se llegara a equiparar con el Festival de Edimburgo” (27 de julio 2024). Sirva esta frase para darse cuenta de por dónde le gustaría que se encaminara el festival santanderino.
Desde luego, la tarea es complicada. Santander, Cantabria en su conjunto, no es Edimburgo con su enorme tradición musical y teatral, que ha hecho de la ciudad escocesa un referente mundial en la diversidad de las artes escénicas, la danza y la música. Aunque es loable el esfuerzo por intentar llegar a equipararse con los grandes festivales europeos, el muro de la realidad política y económica de nuestro país, dificulta cualquier avance que pretenda transformar viejos esquemas en nuevas formas de programación.
La búsqueda de nuevos públicos con novedosos programas, requiere de “abrir ventanas” a los nuevos estilos artísticos, pero sin olvidar la tradición sinfónica y lírica en la que se sustenta. Y el FIS es desde su origen en 1952, un guardián de la tradición más clásica, lo que podría ser, paradójicamente, un obstáculo para abrirse a las nuevas tendencias musicales.
La presencia en la programación de un agitador folclórico, cantante y compositor como Rodrigo Cuevas, ha despertado un gran interés. De hecho, ha sido el primer artista programado este año que ha colgado el cartel de sold out en sus dos actuaciones previstas.
Todo embarcado en esa búsqueda de nuevos públicos, como la presencia en la inauguración, el día 1 de agosto, del Junior Ballet de la Ópera de París, cuya presentación en España será dos días antes en Madrid y no en Santander, o el regreso del teatro al FIS con un drama clásico como Medea, o la actuación de Percussions de Strasbourg tocando a Bach, o la presencia del gran violinista Leonidas Kabakos, con los conciertos para violín de Bach días antes de tocar el mismo programa en Edimburgo.
En cuanto a la danza, ocurre lo mismo. Además de la clase magistral que impartirá José Carlos Martínez en el Centro Botín como director del Ballet de la Ópera de París, destacan la interesante versión bailada de las ‘Cuatro estaciones’ de Vivaldi a cargo de la brillante Le Concert de la Loge, o la esperada actuación de la espléndida Compañía Akram Khan con el estreno en España de Thikra, su última creación.
En lo referente al ciclo de los Marcos Históricos, se expanden por 20 localidades emblemáticas de Cantabria, añadiendo este año a Santoña y la Catedral de Santander. Serán 28 actuaciones de referencia del repertorio barroco y de cámara, con nombres como Giovanni Antonini, el contratenor Lawrence Zazzo, o el eximio grupo Nevermind tocando las Variaciones Goldberg bachianas, por poner solo algunos ejemplos.
Este esfuerzo por ampliar horizontes es necesario, pero siempre como complemento a los grandes ciclos sinfónicos y líricos, que es la base que sustenta cualquier festival de música. Así, el escenario de la Sala Argenta del Palacio de Festivales reunirá 15 actuaciones, donde destacan en especial la China NCPA Orchestra con Myung-Whun Chung dirigiendo, y la doble presencia de la Gewandhaus de Leipzig.
Hay, por supuesto, más presencias destacables, como la Orquesta de la Ópera Real de Versalles con Sonya Yoncheva, o los pianistas András Schiff o Kathia Buniatishvili, pero es posible que la cantidad de citas previstas impida una mayor selección de agrupaciones de renombre internacional en las propuestas sinfónicas, líricas y de ballet.
Podría considerarse que la edición de este año es una transición de cara a la especial 75 edición del próximo año, donde, tal vez, el divino Mozart tenga el privilegio de inaugurarla. Esperemos un salto cualitativo en sus propuestas artísticas, que diferencie al FIS del resto de festivales y Santander llegue a ser parada obligada de los grandes nombres del panorama internacional.
Como dice el propio Cosme Marina en el texto de presentación de la actual edición: “es muy importante que los festivales evolucionen al compás de la sociedad a la que sirven en cada periodo”. Habremos de comprobar si los vientos son favorables a un Festival que necesita despuntar.