El artista Enrique Gran expone en la sala Concepción Arenal de la Biblioteca Central de Cantabria

El artista Enrique Gran.

Torrelavega exhibirá de forma permanente parte de la obra de Mauro Muriedas tras el acuerdo con su familia

La exposición ‘Enrique Gran, cuatro esquinas para conocer a un genio’ se exhibe en la sala Concepción Arenal de la Biblioteca Central de Cantabria, promovida por la fundación que lleva el nombre del pintor santanderino.

Una muestra que invita a explorar su visión del mundo por medio de sus obras, que reflejan diferentes perspectivas y rincones de su vida cotidiana que nos ayudan a profundizar en la figura de este artista hasta el día 19 de octubre.

Para el consejero de Cultura, Luis Martínez Abad (PP), esta muestra, no es solo una oportunidad para disfrutar de la mejor expresión artística de Gran, “sino también nos ofrece la posibilidad de conectar con la creatividad y el talento de uno de nuestros grandes pintores, cuya obra ha pasado a formar parte de la historia del arte español de los últimos años. Enrique Gran, ha continuado diciendo, es el gran maestro de la abstracción y ha sabido plasmar en sus obras, una sensibilidad personal y excepcional que nos invita a detenernos, a observar y a apreciar la fuerza de su trazo y la originalidad de su perspectiva”.

La exposición pudo verse el pasado mes de octubre en la Casa del Reloj, eje principal del conjunto cultural ‘Matadero’ de Madrid, fruto de la colaboración entre la fundación Enrique Gran y el Ayuntamiento madrileño, y concebida en el 25 aniversario del fallecimiento de Enrique Gran, celebrado el año pasado.

Selección de su obra

Con el objetivo de presentar de forma global la magnitud de este genial artista cántabro, la muestra presenta desde una selección de su obra íntima, hasta la más monumental, como es el cuadro ‘El sueño del Titanic’, que durante años se exhibió dentro de la macro exposición ‘Titanic.The Reconstruction’, referente internacional con millones de visitantes.

La selección de estas "cuatro esquinas", nos presenta además de una cuidada selección de la propia obra de Enrique Gran, testimonios y análisis de su legado, pues nada da mejor medida de la entidad de un artista, que la relevancia de quienes analizan su trayectoria vital y creativa.

En este caso, se cuenta con las opiniones y análisis de especialistas como Francisco Nieva, Antonio López, Amalia Avia, Antonio Bonet Correa, Santiago Amón, Víctor Erice, Alvaro Martínez Novillo, Francisco Calvo Serraller, Jesús Ferreiro, José Hierro, entre otros.

Asimismo, se han seleccionado fragmentos de un texto de Pancho Cossío que sintetiza muy bien el virtuosismo y nobleza de Gran como hombre y como representante de la élite artística que Cantabria ha dado a la pintura nacional e internacional, haciendo una progresión desde los Madrazo, pasando por Gutiérrez Solana o María Blanchard hasta Enrique Gran.

Acuerdo

La concejala de Cultura, Esther Vélez, ha anunciado el acuerdo alcanzado con la familia de Mauro Muriedas (1908-1991) para la cesión gratuita de parte de su obra escultórica y pictórica durante un periodo de 15 años. Junto a ella han estado Luis Alberto Salcines, escritor y crítico literario, y Borja Peláez, en representación de la familia.

Exposición permanente en la sala Mauro Muriedas.

Esta cesión permitirá al municipio custodiar y exponer de manera estable un conjunto de piezas del artista torrelaveguense, considerado uno de los grandes referentes de la escultura y la pintura social del siglo XX en Cantabria.

La edil ha confirmado que, fruto de este acuerdo, se habilitará un espacio permanente en la Sala Municipal de Exposiciones Mauro Muriedas, con el fin de mostrar de manera rotatoria las obras cedidas. La intención del Ayuntamiento es que la primera exposición pueda celebrarse para cerrar el ciclo expositivo de 2025 o inaugurar el de 2026, lo que marcará un hito cultural para la ciudad.

La colección cedida está compuesta por 32 esculturas y 21 grabados o relieves en madera de castaño, tratados con nogalina, ceras y barnices, que reflejan temáticas costumbristas, sociales, rurales, marítimas y laborales, incluyendo escenas de minería, pobreza, maternidad y emigración. Además, se incorporan herramientas de trabajo del escultor; premios como las medallas del Salón de Otoño de 1957 y 1972, otorgado por la Asociación Nacional de Pintores y Escultores, o el tercer premio en 1953 de la Primera Exposición Internacional de Artistas; y documentos personales y correspondencia con figuras del ámbito cultural.

Vélez ha subrayado que “hoy es un día muy ilusionante” para el Ayuntamiento de Torrelavega, para la concejalía de Cultura y para la ciudad. Esta cesión, ha dicho, “es una forma de dar visibilidad a su legado artístico, de reconocer su talento y de preservar el legado, asegurando que su extraordinario trabajo, su magnífica obra, continúe siendo conocida y disfrutada por generaciones futuras”.

La concejal de Cultura ha querido destacar que este acuerdo es el resultado de “muchos meses de trabajo, de gestiones y de encuentros” con el único hijo del célebre Mauro Muriedas, que de manera altruista ha suscrito esta cesión.

Un agradecimiento inmenso y sincero a Mauro Muriedas, hijo, por su generosidad, por su altruismo, por su aportación a la cultura y por darnos la oportunidad que nos está dando de enriquecer la oferta cultural de la ciudad, nuestro patrimonio cultural material,  pero, sobre todo, de mantener viva, a través de la obra, la memoria colectiva,  ya que Mauro fue un artista riguroso, con una gran sensibilidad para mostrar el interior de lo humano, para leer la dignidad humana en la convivencia con los demás, en una época trascendente de España, y siempre dentro de los espacios de trabajo,  de la vida local, en el mundo rural, en el ámbito industrial y, por supuesto, también en su vida familiar”, ha señalado. 

Por su parte, Luis Alberto Salcines ha puesto en valor “la generosidad del hijo del escultor, Mauro Muriedas, al ceder altruistamente esta obra sin contraprestación económica, permitirá a los ciudadanos de Torrelavega contemplar piezas que hasta ahora habían permanecido en el entorno íntimo y familiar del artista”.

Se trata, ha indicado, de obras de épocas diferentes, desde los años 40 hasta los 80, que abarcan temáticas sociales, escenas del mundo laboral en la mina donde trabajó el artista y también un marcado carácter sentimental, con referencias a su propio entorno familiar. Entre ellas figuran representaciones de su hijo Maurín, de su esposa, así como maternidades de gran intensidad emocional, que, en palabras de Salcines, “revelan lo más íntimo de Mauro Muriedas”.

Asimismo, Salcines se ha referido al “esfuerzo muy importante” que supone para el Ayuntamiento asumir esta obra ya que se trata de “recibir la obra, conservarla, catalogarla y, después, darla a conocer con unas sucesivas exposiciones buscando argumentos o temas diferentes, y así difundir la obra del escultor”.

Finalmente, la concejal de Cultura agradeció la implicación de la familia, el apoyo de Salcines como comisario y la labor del equipo técnico municipal.