Siete centros educativos y cuatro puertos autonómicos permanecen cerrados y en ocho más se necesitan cadenas

El presidente regional y el consejero de Obras Públicas en Liendo.

El presidente regional, Miguel Ángel Revilla (PRC), visitó Laredo y Liendo con motivo de las inundaciones

Tras las inundaciones, el viento y la nieve que ha hecho presencia en Cantabria, siete centros educativos y cuatro puertos autonómicos permanecen cerrados y en ocho más se necesitan cadenas, según informan desde el Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria.

En la presente jornada se han suspendido las clases en siete centros educativos, situación que ha afectado a unos 1.450 alumnos. Por el efecto de las lluvias caídas ayer, martes, no tienen actividad lectiva los institutos de enseñanza secundaria Augusto González de Linares de Santander, que reanudará las clases por la tarde, y José Zapatero Domínguez, en Castro Urdiales, y el colegio público Peregrino Avendaño, en Liendo. 

Sin embargo, en la jornada de hoy las mayores dificultades las está provocando la nieve que complica el acceso a los centros situados en localidades altas. A causa de las nevadas, no ha habido actividad lectiva en ninguna de las dos sedes del Centro Rural Agrupado de Liébana; los colegios Jerónino Sainz de la Maza, en Soba; San Andrés de Luena, en Luena, y Valle de Polaciones.

Además, en otros centros educativos, aunque permanecen abiertos, ha habido problemas para los desplazamientos por carretera, por lo que los alumnos que utilizan el transporte escolar no han podido acceder. Son los centros Virgen de la Velilla, en Polientes (Valderredible); Casimiro Sainz, en Matamorosa; Nuestra Señora del Roble, en San Pedro del Romeral; Alto Ebro, San José Niños Jesús e el instituto Monstesclaros, en Reinosa; Rodríguez de Celis, en Paracuelles (Hermandad de Campoo de Suso), y Valdeolea, en Mataporquera.

La nieve está causando complicaciones en el estado de las carreteras. En la actualidad, hay vehículos atascados por la nieve en la A-67 a la altura de Bárcena de Pie de Concha, Campoo de Enmedio y Santiurde de Reinosa, y en la CA-183 a su paso por Campoo de Suso.

En cuanto a la lluvia y el viento ser reiteran las incidencias relativas a la caída de árboles y ramas, daños en infraestructuras, mobiliario urbano y señalética, desprendimientos de piedras a calzadas, argayos, balsas de agua e inundaciones de garajes, locales y sótanos.

En cuanto al estado de las carreteras la situación es cambiante. En estos momentos la A-67 se encuentra en nivel rojo con la circulación prohibida para camiones, autobuses y vehículos articulados, y la obligatoriedad de cadenas o neumáticos de invierno y una velocidad máxima de 30 km/h para el resto de vehículos entre los km 117 y 157. En el mismo nivel de riesgo están también la N-611 a la altura de Molledo, la N-621 en Vega de Liébana, la N-629 a su paso por Soba.

En la red autonómica permanecen cortadas la CA-631 (Estaca de Trueba), la CA-665 (Puerto de la Sia), la CA-633 (Puerto de la Matanela), la CA-280 (Puerto de Palombera) y la CA-643 (Puerto de Lunada). Es obligatorio el uso de cadenas en otras cinco vías (CA-183, CA-171, CA-280, CA-262 y CA-264).

Desde el inicio de los adversos han sido 1.197 las llamadas recibidas en el 112 únicamente por esta causa y 611 las incidencias gestionadas.

Hace unos horas, la red nacional presentó problemas la N-611 (Valdeolea) entre los kilómetros 120.9 y 161.5 y la N-621 (Puerto de San Glorio-Unquera) entre los kilómetros 121 y 130, ambas con nivel rojo, que prohíbe la circulación a camiones, autobuses y vehículos articulados, y obliga al resto de vehículos a llevar cadenas o neumáticos de invierno y circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.

En amarillo estaban la N-629 (Burgos–Colindres) entre los kilómetros 48 y 58, prohibiéndose la circulación de camiones, mientras que los turismos y autobuses no deben de superar los 60 kilómetros por hora. La situación de la A-67, entre los kilómetros 117.15 y 157.2, es cambiante a lo largo del día por lo que se recomienda comprobar su estado antes de iniciar un viaje por autovía.

En la red autonómica permanecían cortadas la CA-631 (Estaca de Trueba) entre los kilómetros 6 y 14,3, la CA-665 (Puerto de la Sia) entre los kilómetros 4 y 8,5, la CA-643 (Puerto de Lunada) entre los kilómetros 8 y 14, y la CA-280 (Puerto de Palombera) entre los kilómetros 20 y 32. Se requieren cadenas en la la CA-183 (Reinosa–Brañavieja) entre los kilómetros 17 y 24, en la CA-633 (San Pedro del Romeral–Puerto de la Matanela) entre los kilómetros 0 y 11,2, la CA-171 (Reinosa-Corconte) entre los kilómetros 0 y 22, la CA-185 (Potes-Fuente Dé) entre los kilómetros 17 y 33,2, la CA-184 (Potes-Piedrasluengas) entre los kilómetros 11 y 24.9, en la CA-280 (Cabuérniga–Espinilla–Salcedillo) entre los kilómetros 11 y 35, en la CA-262 (Selaya-Vega de Pas) entre los kilómetros 0 y 15, y en la CA-264 (Selaya–San Roque de Río Miera) entre los kilómetros 0 y 17,2.

Con respecto del estado de los ríos, en estos momentos, todos se encuentran en caudales normalizados según las estaciones de seguimiento de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

Cantabria sufrió inundaciones en diversos municipios.

Además, el Servicio de Emergencias 112 ha gestionado, entre las 7.00 y las 12.00 horas de hoy, 46 intervenciones derivadas de las 67 llamadas recibidas en relación al episodio de lluvias, viento y nieve que está viviendo la Comunidad, y que ha provocado la activación por parte del Gobierno de Cantabria del Plan Territorial de Emergencias (Platercant) en su fase de preemergencia. La mala situación meteorológica se extenderá hasta el jueves, con avisos activos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por diversos adversos.

De esa cuantía, 30 llamadas y 11 incidencias han estado motivadas por la lluvia, mientras que el resto, seis llamadas y cuatro incidencias se han debido a problemas relacionados con el viento, y 31 llamadas y 31 incidencias están vinculadas a la nieve, en este último caso se corresponden mayoritariamente con la gestión de cambios de estado en las redes viarias autonómica y nacional. Desde el inicio de los adversos han sido 1.097 las llamadas recibidas únicamente por esta causa y 552 las incidencias gestionadas.

En cuanto a la lluvia y el viento continuamos con incidencias relativas a la caída de árboles y ramas, daños en infraestructuras, mobiliario urbano y señalética, desprendimientos de piedras a calzadas, argayos, balsas de agua e inundaciones de garajes, locales y sótanos.

Previsión meteorológica

Para la jornada de hoy se mantiene activos en el litoral el aviso naranja por costeros y el amarillo por viento; y en el centro, Liébana y el valle de Villaverde el nivel de riesgo naranja por nieve, que será amarillo en la Cantabria del Ebro.

En la jornada de mañana el litoral se verá afectado por el aviso naranja por costeros y amarillos por viento y lluvia; el centro y el valle de Villaverde por el naranja por nevadas y el amarillo por lluvia; y Liébana y la Cantabria del Ebro por el nivel de riesgo amarillo por nieve, teniendo también esta última vigente el amarillo por deshielo.

La situación mejora el viernes con avisos amarillos activos en el litoral por costeros y en la Cantabria del Ebro por deshielo.

Visita

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha valorado que los daños ocasionados por el temporal han sido esta vez “menores”, en comparación con otros años, gracias a las intervenciones realizadas en los puntos de mayor riesgo, la previsión por parte de las diferentes administraciones y la respuesta eficaz de los equipos de Protección Civil.

El presidente ha lamentado los perjuicios que las inundaciones han provocado en muchas localidades de la región, si bien ha incidido en que, pese a la cantidad de lluvia caída ayer en Cantabria, que registró “la mayor pluviosidad de los últimos años”, con una media de 100 litros por metro cuadrado, el impacto ha sido mas limitado que en anteriores ocasiones.

“Para la cantidad de agua que ha caído en Cantabria, que ha sido una barbaridad, tenemos que hablar de unos daños mucho más limitados que los que han ocurrido en otros momentos”, ha asegurado Revilla, que hoy ha visitado las zonas más afectadas por las inundaciones en la zona Oriental, concretamente, en los municipios de Liendo y de Laredo, en compañía del consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa (PRC).

El jefe del Ejecutivo ha subrayado los resultados de las obras acometidas en lugares tradicionalmente inundables como Molledo, Virgen de la Peña, la zona del Pas o, incluso, Ampuero, que no han sufrido los problemas de años anteriores. “Sin esas obras, hoy la situación hubieses sido mucho peor”, ha puntualizado.

Por otro lado, también ha reivindicado la anticipación a los acontecimientos por parte del Gobierno autonómico, que el domingo activó el plan de emergencias Platercant, desplegó todos los medios a su alcance y actuó con “diligencia” para avisar a los ayuntamientos de Cantabria, a los que ha felicitado por el trabajo realizado estos días, al igual que los efectivos de protección civil, que atendieron alrededor de 300 llamadas en la jornada de ayer.

“Hay que lamentar daños, pero menores con relación a otras veces gracias a que se ha conjugado todo de una manera muy eficaz”, ha insistido Revilla.

Sobre la problemática concreta de Liendo, que es “una hoya”, ha recordado que la Confederación Hidrográfica trabaja en un estudio para tratar de evacuar el agua que se acumula en el núcleo urbano. Allí, junto con el alcalde del municipio, Francisco Javier Villanueva (PRC), el presidente y el consejero han conversado con varios vecinos del barrio de Icequilla para interesarse por el estado de sus casas y han supervisado los trabajos de achique de agua por parte del personal y las autobombas de la Consejería de Desarrollo Rural, en colaboración con los técnicos de la Dirección General de Interior.

Seguidamente, Revilla y Gochicoa se han desplazado hasta el barrio de San Lorenzo de Laredo, donde, acompañados por el primer teniente de alcalde, Pedro Diego, y el concejal Juan José Revuelta, han comprobado la notable mejoría de la situación en una localidad costera en la que han confluido estos días factores determinantes como, por ejemplo, la cantidad de agua caída, la pleamar o la saturación de la red de pluviales.

Finalmente, Revilla ha recordado que Cantabria seguirá en alerta en los próximos días por lluvia, viento y también por nieve, con acumulaciones importantes en cotas altas. En este sentido, ha advertido del peligro que supondría un cambio brusco de temperatura ocasionado por el viento sur, “que se ha instalado en Cantabria casi de manera permanente”, lo que originaría situaciones “más preocupantes” que las de estos días atrás.

El estudio en Liendo

Por su parte, José Luis Gochicoa ha ampliado la información con respecto al estudio que prepara la Confederación Hidrográfica para solucionar la problemática de Liendo, a propuesta del Gobierno regional, con un presupuesto de 150.000 euros.

Según ha explicado, el proyecto consistiría en evacuar el agua que actualmente se acumula en el núcleo urbano en época de lluvias con el objetivo de dirigirla a una zona en las afueras, sin riesgo para personas o bienes, y, de ahí, darle salida al mar a través de una canalización que se construiría atravesando el macizo rocoso.

A pesar de la complejidad y el coste que conllevaría una actuación de estas características, Gochicoa ha asegurado se trata de “la única solución posible” a la problemática de Liendo y espera que el estudio, que está “bastante avanzado”, pueda estar acabado este año para que los trabajos empiecen cuanto antes.